Presentan una ‘hoja de ruta’ para reconstruir a NYC del desastre económico que castiga con más fuerza a latinos y negros

Ya antes del COVID-19 el 60% de estos grupos minoritarios de la población eran los más pobres. Un nuevo Alcalde tiene el desafío de "recoger los vidrios" del impacto pandémico

La crisis de desamparados en apenas una cara de la pobreza atroz en la Gran Manzana.

La crisis de desamparados en apenas una cara de la pobreza atroz en la Gran Manzana. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Antes de la pandemia, el puertorriqueño Miguel Angel Contreras, de 50 años, ya tenía problemas para pagar la renta de un pequeño apartamento en Harlem. El isleño es discapacitado, no tiene familia y posee antecedentes criminales que le impiden conseguir trabajo. Desde el pasado mes de diciembre, forma parte de la inmensa ‘legión’ de neoyorquinos desamparados. Y, lo peor, sin un futuro distinto a la vista.

“Te pones a ver y soy joven. Tengo mucho que dar. Pero hay errores en la juventud que te condenan para siempre. Yo no estoy usando porquerías (drogas). No he pasado hambre, hay muchos programas que te ayudan. Pero comer no es lo único”, comenta Miguel en un banco en el ala oeste del Central Park, en Manhattan, ‘hogar’ de decenas de ‘homeless’, quienes representan una cara nada nueva de la pobreza en la Gran Manzana que la crisis de COVID-19 avivó, pero que también está sometiendo a miles de familias a tocar el abismo.

Antes de que estallara la crisis de salud pública en marzo del 2020, uno de cada cinco adultos y uno de cada cinco niños (más de 1.5 millones en total) experimentaron algún tipo de pobreza en la ciudad de Nueva York.

Los neoyorquinos negros y latinos ya tenían el doble de probabilidades de experimentar límites para tener acceso a vivienda, alimentos y empleo.

Casi el 60% de estos grupos minoritarios experimentaron pobreza, durante al menos un año entre 2016 y 2019. Todas estas tendencias de vulnerabilidad fueron atizadas por el COVID-19.

“Hay miles de familias que la están pasando muy mal y no viven en la calle, ni en el Subway. Viven en sus departamentos todavía, porque las leyes contra los desalojos la respaldan. Están esperando ayudas, pero no todo el mundo aplica. Es un lío, esperemos que el asunto mejore, porque si no quedará mucha gente en la calle”, refirió la dirigente comunitaria de El Bronx, Josefina Colón.  

Coaliciones temen que la crisis de vivienda pueda ser más feroz. (Foto: F. Martínez)

Escenario de postguerra

Otro número es indicador de este desastre. Por la pandemia casi una cuarta parte de los inquilinos de toda la ciudad de Nueva York no pudieron pagar el alquiler y aproximadamente el 40% de los neoyorquinos enfrentaron dificultades alimentarias durante la crisis de salud causada por el coronavirus.

Ante un escenario casi de ‘postguerra’ tres organizaciones, Robin Hood, The Century Foundation y Next100, dieron a conocer este jueves una serie de recetas, para que la nueva administración entrante a la Alcaldía de la ciudad de Nueva York, el próximo año en enero, maneje una agenda de “reconstrucción”, poniendo el acento en las desigualdades que ya forman parte de la historia de la ciudad.

“Los problemas que enfrentamos en un entorno posterior a COVID-19 son enormes, pero también son las oportunidades que tiene el próximo Alcalde para abordar las desigualdades sistémicas que la pandemia exacerbó”, dijo Emma Vadehra, directora ejecutiva de Next100.

La hoja de ruta presentada en el documento ‘De la crisis a la oportunidad’ aborda los problemas más urgentes para los residentes de todos los rincones de la ciudad y presenta soluciones desde la óptica de la justicia racial y económica, para ayudar a las familias de Nueva York a mantenerse fuera de la línea de la pobreza.

Jason Cone, director de políticas pública de Robin Hood, una organización que desde 1988 lucha contra la pobreza en Nueva York, argumenta que a medida que la Gran Manzana trata de salir de esta emergencia, enfrenta una oportunidad única de reconstruirse de “manera funcional”.

“Estamos ofreciendo a la nueva administración en la Alcaldía, una serie de políticas para enfrentar la pobreza, basadas en datos y evidencias. Y lo más importante todo es alcanzable. Se trata de reinventar el desarrollo de la fuerza laboral, cuidado infantil, educación, viviendas asequibles, vigilancia y sistemas de servicios sociales”, sustentó Cone.

Uno de cada cinco adultos de la  Gran Manzana experimentaron crisis de vivienda o alimentación en NYC antes del COVID-19. (Foto: F. Martínez)

Un ángulo: el cuidado infantil

La agenda que tendrá en sus manos el nuevo Alcalde, se basa en las lecciones aprendidas de todo el país, incluidos los datos de una encuesta de 4,000 hogares de la ciudad de Nueva York, la cual proporciona una visión dinámica de la pobreza, las dificultades y las desventajas.

La estrategia reconoce que la diversidad es una de las mayores fortalezas de la ciudad, y que los grupos a menudo pasados ​​por alto, como los neoyorquinos indocumentados, serán fundamentales para los esfuerzos de recuperación.

“Quizás lo más importante es que se apunta a las fuerzas que contribuyen a la pobreza, por ejemplo cómo los problemas de acceso a la vivienda produce escuelas segregadas y disparidades educativas o cómo la falta de cuidado infantil disponible limita las perspectivas de empleo de las familias trabajadoras. Y las mujeres de color en particular”, destacan las organizaciones.

Según investigadores del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia, si la Ciudad invierte en planes de cuidado infantil se reduciría la tasa de pobreza de los niños menores de tres años, entre un 5% y un 8%

Sobran ejemplos. La salvadoreña Nany Saavedra, de 35 años y residente de El Bronx, tiene centradas sus esperanzas en poder volver a trabajar y poder “reconstruir” su vida.

“Desde que se vino lo de la pandemia me llamaron para trabajar, pero como mi niño es especial preferí ponerlo en clases remotas. Me han llamado para limpieza y cosas así, pero igual no puedo ir porque no tengo con quien dejarlo. Ahora que abran las escuelas vemos cómo nos recuperaremos. Pero el camino no será fácil. Tengo muchas deudas, especialmente de renta”, compartió la inmigrante.

Candidato demócrata en sintonía 

A menos que suceda un hecho “extraordinario”, las matemáticas electorales apuntan a que el próximo enero, Eric Adams, el candidato demócrata a la Alcaldía de la ciudad de Nueva York, será el sustituto de Bill de Blasio en dirigir los destinos de la Gran Manzana.

En sus actividades de la campaña para las elecciones primarias, puso en primer plano también lo “imperativo” de una recuperación postpandémica “inclusiva” y que tome en cuenta los desequilibrios raciales históricos de la ciudad.

“El cuidado infantil en Nueva York es escandalosamente caro, y la falta de opciones asequibles perjudica la capacidad de los padres para trabajar y afecta el futuro de sus hijos. Los niños sin un cuidado infantil adecuado, especialmente durante los primeros 1,000 días de vida, tienen menos probabilidades de tener éxito. Y es mucho más probable que sean de raza negra”, destacó en sus postulados.

En cuanto a la pobreza asegura que bajo su gestión brindará asistencia directa en efectivo a los neoyorquinos más vulnerables a través del programa ‘NYC AID’, creara un esfuerzo para generar puestos de trabajos y subsidiar el cuidado infantil a las familias vulnerables.

6 ingredientes de una receta para atacar la pobreza

1.- NYC perdió más de medio millón de empleos durante la pandemia. Esta agenda propone un nuevo programa de subsidio salarial que promovería la rápida recontratación de 30,000 neoyorquinos y al menos 24,000 neoyorquinos de color. En total, empoderará a 150.000 trabajadores que han sido desplazados permanentemente por la pandemia.

2.- Cuando expire la moratoria de desalojo, la ciudad corre el riesgo de un aumento masivo de desalojos y personas sin hogar. Esta agenda amplía la elegibilidad para el principal programa de asistencia para el alquiler de la ciudad (CityFHEPS) y amplía otros programas de prevención de desalojos como Right to Counsel y One-Shot-Deal para promover la estabilidad de la vivienda para los neoyorquinos y sus hijos.

3.- En la Gran Manzana las comunidades con las tasas de pobreza más altas también se encuentran entre las que tienen los niveles de encarcelamiento más elevados. Esta plataforma hace un llamado a la inversión pública en programas para poner fin a la violencia y una mayor supervisión de las prácticas policiales con prejuicios raciales.

4.-Las organizaciones sin fines de lucro son responsables de la gran mayoría de los servicios sociales de la ciudad, no se puede reducir la pobreza, si las organizaciones que apoyan a las comunidades de bajos ingresos no tienen los recursos que necesitan. Esta agenda busca revisar cómo y cuándo nuestras organizaciones sin fines de lucro vitales son contratadas, pagadas e incluidas en la planificación futura de recuperación.

5.- El sistema educativo de la ciudad de Nueva York ofrece oportunidades desiguales para los estudiantes negros, latinos y multilingües, estudiantes con discapacidades y personas sin hogar. La pandemia y el cierre de escuelas han agravado estas desigualdades. Una nueva plataforma debe apoyar a los estudiantes para que vuelvan a la normalidad con apoyo en salud mental y el apoyo socioemocional ampliado.

6.- Se recomienda que un nuevo alcalde restaure las plazas de cuidado infantil perdidas durante la pandemia. La propuesta garantizaría que todas las familias elegibles de bajos ingresos que deseen asistencia para el cuidado de niños puedan recibirla, y que ninguna familia con ingresos de hasta $ 150,000 debería gastar más del 7 por ciento de sus ingresos en el cuidado de sus hijos.

Ya pobres antes del COVID-19

  • 50% más posibilidades de vivir en la pobreza entre 2016 a 2019, tenían los neoyorquinos negros y latinos que los neoyorquinos blancos de acuerdo al “Reporte de Pobreza” de marzo 2021 presentado por la organización Robin Hood.
  • 60% de los neoyorquinos adultos negros y latinos vivieron en la pobreza durante al menos un año entre 2015 y 2019, en comparación con un tercio de los adultos blancos.
  • 40% de los neoyorquinos negros y el 30 de los neoyorquinos latinos que salieron de la pobreza fueron retrocediendo por debajo del umbral de pobreza solo un año después.
  • 22 por ciento de los neoyorquinos negros, el 25 por ciento de los neoyorquinos latinos y el 12 por ciento de los neoyorquinos blancos vivían en la pobreza en 2019.
  • 1 de cada cinco adultos (o 1,2 millones de personas) en la ciudad de Nueva York vivía en la pobreza. Más de 350.000 niños (uno de cada cinco) vivían en la pobreza.
  • 50%  los adultos afroamericanos y latinos en la ciudad de Nueva York vivían en la pobreza o eran de bajos ingresos antes de la pandemia.
  • 50% o más de los adultos blancos eran de ingresos más altos, en comparación con el 23 por ciento de los neoyorquinos negros y el 18 por ciento de los neoyorquinos latinos.

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