Anciano necesitaba cirugía de próstata; no tenía dinero y le pagó al doctor con 2 gallinas
Un doctor de Bolivia llamado Álvaro Ramallo se volvió un "héroe" para muchos usuarios de las redes sociales por el gran gesto que tuvo con un hombre de la tercera edad, al cual ayudó para que pudiera operarse
El anciano, en agradecimiento, le llevó a los animalitos. Crédito: Shutterstock
Una historia que se hizo viral gracias a Internet y las redes sociales han hecho que cientos de personas de todo el mundo se hayan rendido a los pies de un doctor llamado Álvaro Ramallo Zamora, luego de haber tenido un enorme gesto de gran corazón con un paciente que necesitaba urgentemente una cirugía.
En redes sociales, este doctor originario de Bolivia, compartió en su perfil de Facebook un par de fotografías con uno de sus pacientes, un hombre de la tercera edad, el cual necesitaba con urgencia hacerse una operación de próstata.
El problema es que el anciano no contaba con el dinero suficiente para cubrir los gastos de dicha intervención, así que el Dr. Ramallo lo canalizó a una fundación llamada “Dr. José Ramallo Guillén”, la cual creó su padre y que se dedica, entre muchas cosas, a cubrir los gastos médicos de personas que se encuentran en condición vulnerable.
El anciano, agradecido por el gesto del médico, quiso agradecerle todo lo que había hecho por él regalándole 2 gallinas, cosa que conmovió mucho al médico.
“Este abuelo no tenía dinero para someterse a una cirugía de próstata, a lo que le respondí que lo vamos a operar para el ‘Dr. José Ramallo Guillén ‘. Tal es mi asombro cuando saca 2 gallinas como regalo para devolver mi atención, esto me emocionó y me emocionó mucho….”, escribió Ramallo en su Facebook.
“Desde el cielo, querido papá, sé que te alegra saber que he seguido tus pasos en el bienestar de este hermoso pueblo chapaca humilde y sencillo, el más agradecido. Solo puedo seguir agradeciendo a Dios”, concluyó el médico, quien acompañó la publicación con fotografías del abuelo, las gallinas y su padre, quien falleció en 2010 el 24 de julio, día en que sucedió la anécdota con el anciano.
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