El mejor momento para la reforma migratoria

Le recordamos tanto al Congreso como a la Casa Blanca que han pasado más de tres décadas desde la última acción legislativa sobre inmigración

Supporters of immigration reform march as more than 5000 people descend on DC for #WeCantWait March to demand bold action from Congress on June 24, 2021 in Washington, DC.  (Photo by Tasos Katopodis/Getty Images for Green New Deal Network)

Supporters of immigration reform march as more than 5000 people descend on DC for #WeCantWait March to demand bold action from Congress on June 24, 2021 in Washington, DC. (Photo by Tasos Katopodis/Getty Images for Green New Deal Network) Crédito: AFP / Getty Images

Nuevamente el calendario ha marcado esta semana el inicio del Mes de la Herencia Hispana: una celebración que nos llena de orgullo porque en todos los rincones del país se resalta no solo nuestra cultura, nuestras raíces sino principalmente la contribución de los latinos en Estados Unidos.

Este año en particular no podemos dejar de mencionar el rol trascendental que hemos cumplido en la lucha contra una de las peores epidemias. Ha sido nuestra gente la que ha estado literalmente al pie del cañón en primera línea para volver a levantar a Estados Unidos. Desde el trabajador del campo hasta el profesional de la salud: todos los hispanos han jugado un papel esencial. Con o sin documentos hemos estado allí sin claudicar.

Por eso con justo derecho demandamos que de una vez por todas se concrete una reforma migratoria con una vía para la legalización de millones de indocumentados que han probado hasta la saciedad ser una parte del engranaje de la sociedad americana.

La mayoría de los inmigrantes que viven aquí en una situación irregular son personas que ya echaron raíces, que tienen familia, que han comprado casa, que pagan sus impuestos. Hasta cuándo los políticos de turno -tanto demócratas como republicanos- solo usan a la comunidad hispana como piñata electoral.

Con una Administración Demócrata como la que existe actualmente debería ser más que suficiente para avanzar de manera real con una reforma integral. Ya no se pueden quedar en buenas intenciones y propuestas que se dilatan hasta que se diluyen. El tiempo apremia.

Agradecemos la proclamación del presidente Joe Biden que nos sirve de recordatorio de los valores de Estados Unidos como una nación de inmigrantes. Sin embargo, le recordamos que la reforma tiene que seguir siendo una de las prioridades de su gobierno, por lo tanto debe usar todo su capital político para sacar adelante en el Congreso el proyecto de reconciliación bajo el cual no se requieren 60 votos para la aprobación de un presupuesto. En el proyecto de presupuesto por 3.5 billones de dólares, los demócratas buscan la asignación de fondos para leyes que permitirían la obtención de la residencia legal permanente a unos ocho millones de inmigrantes.

Le recordamos tanto al Congreso como a la Casa Blanca que han pasado más de tres décadas desde la última acción legislativa sobre inmigración.

Y por último está más que demostrado que con los republicanos no se puede negociar una reforma migratoria. Desafortunadamente la Administración de Trump atizó el odio antiinmigrante.

El presidente Biden y los demócratas tienen la oportunidad histórica de sentar un precedente y demostrar con hechos que están comprometidos con un sector de la población que sólo en términos de empresas operadas por latinos generan $800,000 millones anuales a la economía estadounidense.

Ojalá que durante el Mes de la Herencia Hispana podamos gritar “¡Viva la Reforma Migratoria!” l

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain