Controles migratorios al coronavirus

La medida de la apertura de fronteras terrestres parece llegar a tiempo

Estados Unidos abre frontera con méxico

La frontera de EE.UU. con México será reabierta en noviembre a quienes comprueben estar completamente vacunados. Crédito: John Moore | Getty Images

Las puertas de los Estados Unidos estarán cerradas a quienes no quieran vacunarse contra el coronavirus, aunque los visitantes tengan documentos para ingresar. Esa es la manera con la que empieza a verse la luz al final del túnel en el que nos sumió el Covid-19.

Y las críticas no se hicieron esperar por los miles de haitianos e indocumentados en la frontera sur, que hacen imposible que todos tengan siquiera la prueba del virus y no podrán ingresar a la nación para su trámite migratorio, en prevención de futuros brotes.

El gobierno Biden anunció la reapertura de fronteras con México y Canadá para los inmunizados, aunque no todas las vacunas serán aceptadas.

Estamos de acuerdo con la administración federal cuando advierte que será estricto desde noviembre con el retorno de familiares o turistas y compradores a estados como Nueva York, a través de su frontera con Canadá, pero será sólo para los completamente vacunados con inyecciones aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, aunque sea con las dosis de AstraZeneca, que no fue aprobada en el país, pero se aplicó a los canadienses. Y la vacuna rusa Sputnik no está en esa lista.

Nos alegramos por ese anuncio pues el turismo está en las venas que irrigan la riqueza de la Gran Manzana y necesita el retorno de los visitantes para reactivar el comercio de las famosas tiendas de la quinta avenida en Manhattan, para la reapertura de los hoteles y el revivir de los restaurantes o teatros de Broadway que padecieron el azote de la pandemia.

Han sido casi 20 meses de encierro, con restricciones para el tránsito de personas, autos y trenes, con familias separadas y la economía de rodillas, pero ahora se abre la puerta de la frontera terrestre como camino obligatorio a la normalidad.

Por algo senadores como la neoyorquina Kirsten Gillibrand destacan las millonarias pérdidas que cada mes deja la pandemia por la suspensión del intercambio comercial entre los dos países del norte del continente, debido a la prohibición de todo tipo de viajes, desde marzo del año 2020 cuando el virus amenazaba a la humanidad hasta que surgieron las vacunas.

La medida de la apertura de fronteras terrestres parece llegar a tiempo, ahora que se reportan menos infecciones, hospitalizaciones y las muertes están por debajo de las 1.500 víctimas diarias en los Estados Unidos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

Además, si se concreta la autorización para que Pfizer pueda aplicar las vacunas a los niños desde los cinco años y la píldora de laboratorios Merck como tratamiento de los síntomas del virus, creo que estamos más cerca de disfrutar en estas fiestas de Halloween sin tanto temor como se vivió en el 2020 y brindando por el fin de la pesadilla de esta pandemia.

El virus parecía imposible de vencer, sin embargo, el mundo no se detiene en su lucha para volver a la normalidad y tomará tiempo recuperar el dinamismo de los viajes, porque todavía unos 100 millones de estadounidenses se resisten a las vacunas, pese a que un alto porcentaje de la nación ya tiene sus dos dosis y está en proceso el refuerzo de la tercera inyección para decir adiós a esta pandemia.

Sofía Villa prepara esta columna a título personal. Trabaja como Producer Writer en Univision NY y sus opiniones no representan a Univision Communications Inc.

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