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Protección migratoria y reunificación familiar: el mejor motivo de los González para celebrar Acción de Gracias

Cuatro hermanos venezolanos y su mamá por fin están juntos en Nueva York al lado de su padre, y no solo agradecen estar unidos, sino haber recibido el TPS hace unos meses, protección migratoria que les da tranquilidad

Miguel, Víctor y Samara González, están por primera vez juntos después de 5 años, y tienen mucho qué agradecer en Acción de Gracias

Miguel, Víctor y Samara González, están por primera vez juntos después de 5 años, y tienen mucho qué agradecer en Acción de Gracias Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

Mientras que por las calles de Manhattan se realizaba el jueves el tradicional Desfile Anual de ‘Thanksgiving’, en la casa de uno de los hijos de la familia González en Corona, en Queens, se vivió un día de fiesta y de celebración.

Aunque dentro de las costumbres venezolanas no está festejar Acción de Gracias, este año los González y sus paisanos sí tuvieron motivos de sobra para agradecer.

La familia no solamente preparó una parrilla, con el exquisito sabor venezolano, sino que además se tomó un momento para brindar por el mejor de los motivos: finalmente, y tras varios años de separación, ahora están de nuevo juntos, reunidos y protegidos con beneficios migratorios. La vida les cambió y les está sonriendo más.

Así lo confiesa Víctor González, quien hace cinco años empacó maletas y se fue de su natal estado de Lara en busca del ‘sueño americano’, dejando atrás a su gente y a su familia en Venezuela, pero cargado de muchas metas.

El joven, quien actualmente tiene 24 años, comenzó a labrarse camino en Nueva York, y tres años más tarde pudo echarle la mano a su papá Francisco González, quien se le unió en su travesía para sacar a la familia adelante.

Ya juntos en la Gran Manzana, los dos venezolanos se pusieron en mente trabajar duro y poder traer pronto al resto de su familia, que no la estaba pasando muy bien en Venezuela. Con tenacidad y mucho amor, lograron su cometido.

Y es que como si hubieran hecho un ‘Home Run’, o como si la vida les hubiera dado el mejor de los regalos, después de momentos de tristeza por verse separados y espinas en el camino, a finales del año pasado llegaron a su casa de Queens la mamá y la hermanita menor de los González: Samara.

“Gracias al TPS estamos aquí de manera legal”

La dicha se apoderó de la familia, y meses después, en marzo, como caído del cielo, les llegó la cereza del pastel: El gobierno Biden aprobó el TPS (Estatus de Protección Temporal) para los venezolanos. Con ello les otorgaron pronto un permiso de trabajo para poder salir de las sombras, ganarse la vida con documentos y poder respirar tranquilos.

“Ese TPS la verdad que ha sido una herramienta muy útil, especialmente para mi mamá, mi papá y mi hermana, porque los ayudó a estar en este país de manera legal”, asegura el joven venezolano, quien hace poco también se convirtió en residente legal al recibir su ‘green card’.

“Este tipo de beneficios cambian la vida de todos, porque nos permite tener un estatus migratorio más acorde para poder realizar todas las labores que uno quiera y de paso tener todos los beneficios que puede tener una persona aquí, que es muy distinto a cuando la gente no tiene papeles”, agrega Víctor, quien trabaja en un restaurante en Manhattan.

El jefe de la familia, Don Francisco, también se declara agradecido por las bendiciones que han recibido en el último año, y asegura que pasar el primer Día de Acción de Gracias con todos sus hijos en pleno y su esposa, lo llena de mucha felicidad.

Hay que ser agradecidos con la vida y no hay nada mejor que tener a la familia junta. Por eso vamos a agradecer”, comenta el padre de los González.

Samarita, como la llaman sus hermanos, que no paran de consentirla, y quien también celebró el jueves su primer Día de Acción de Gracias con la familia en pleno, dijo con la ingenuidad de los 11 años que lo que más ama de vivir en Nueva York es sentirse arropada por todos los suyos.

“Aquí estoy muy feliz. Me consienten mucho, me gusta todo en la ciudad, todo es muy bonito y me gustaría agradecer, porque estoy con mi familia, porque por fin pude volver a ver a mis hermanos que los quiero mucho“, dijo la niña.

Cruzó la frontera para estar con su familia

Otro de los grandes motivos por los cuales la familia venezolana dio gracias especiales el jueves, es por tener a su hijo Miguel también en casa.

El joven de 31 años, quien se desempeñaba en Venezuela en el negocio de la venta de repuestos de vehículos, al principio de la historia no tuvo tanta suerte como el resto de la familia, y optó por cruzarse la frontera en la primavera para poder reunirse con sus seres queridos.

Miguel González, quien estuvo detenido tres meses en un centro de la Migra

Tras dejar Venezuela y hacer un largo recorrido que incluyó Colombia y México, Miguel se pasó a territorio estadounidense luchando por su vida y huyendo de las duras condiciones de su país, que no le auguraban ningún futuro, pero en el camino lo agarró Inmigración.

El calvario del venezolano duró más de tres meses, no solamente siendo privado de la libertad sino con el fantasma del temor de que luego de haber llegado tan cerca de su familia, lo mandaran de regreso a Venezuela.

“Yo estuve tres meses detenido en un centro de detención, pero primero estuve en una parte que la llaman la hielera (celdas hacinadas y con mucho frío, a cargo del Border Patrol). Ahí uno paga en esas condiciones el primero delito de haberse cruzado. Y luego de siete días, me pasaron al centro correccional, donde estuve dos meses y pico. Allí el temor era que uno oía que nos iban a deportar. Pero al final, pude salir y me reuní con mi familia aquí en Nueva York”, comenta el joven.

“Me dieron un papel, me retuvieron mi pasaporte y dentro de un año tengo que ir a la corte, pero fecha como tal no tengo todavía. Lo bueno es que con ese papel me conceden como una estadía legal aquí, hasta que resuelvan mi caso, y lo mejor de todo es que estoy junto a mis hermanos y toda mi familia. Por eso es que voy a agradecer en Acción de Gracias”, dijo el venezolano.

El miembro de los González que menos tiempo tiene aquí, agregó que en medio de las dificultades que debió afrontar, tiene la fe intacta en que todo saldrá bien, y podrá seguir festejando muchas más fiestas junto a sus seres queridos.

“Aquí me siento tranquilo, gracias a Dios, me siento contento de estar con mi familia, y va a ser el primer día en mi vida que voy a celebrar Acción de Gracias, porque nunca antes había estado en Acción de Gracias”, agregó el inmigrante. “Creo que hay muchas razones para dar gracias a la vida y a Dios. Ahora lo que queda es pedirle a Dios que me aprueben mi proceso y ver si puedo también cobijarme con el TPS, que no alcancé, pero ya con estar juntos en familia, es el mejor regalo que se puede pedir”.

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