Adiós de Shea y De Blasio con sabor agridulce
Los padres también están preocupados por el uso de armas de jovencitos y estudiantes
El alcalde De Blasio y el comisionado de Policía Shea realizaron este miércoles su última rueda de prensa sobre las estadísticas del crimen. Crédito: NYC Mayoral Office
El alcalde Bill de Blasio y su comisionado de la policía Dermot Shea se sentaron en orillas opuestas esta semana para entregar las cifras conjuntas sobre el combate a la criminalidad y los resultados de su trabajo para la seguridad de la ciudad de Nueva York.
La tarea era rendir cuentas pero por la pandemia del covid-19 la distancia social se imponía, en este último acto público del año 2021 en el que ambos compartían la responsabilidad sobre la percepción de la seguridad en la Capital del mundo entre los neoyorquinos y visitantes de la Gran Manzana.
De esa percepción depende en buena parte la recuperación económica, el retorno del turismo y los inversionistas después que declaremos derrotada la pandemia del coronavirus.
Y como ellos dejan sus cargos al mismo tiempo, al iniciar el próximo primero de enero del año 2022 los datos causaron sorpresa.
Después de dos períodos iniciados en 2014, De Blasio dice adiós a su puesto en la alcaldía de la Ciudad que nunca duerme y reclama que deja una de las capitales de la nación con mayor seguridad, aunque cada vez son más los reportes sobre asesinatos con armas de fuego que incluso involucran a los adolescentes y estudiantes de bachillerato.
Por su parte, Shea se va de la uniformada tras vivir 28 de sus 52 años en el servicio y pasar de ser patrullero en El Bronx a dirigir la NYPD durante los últimos dos años de gestión como policía. Un cargo que no fue fácil porque le tocaron los desórdenes y protestas en medio de la pandemia por las muertes de afro estadounidenses en otros estados de la nación.
Su relación no fue la mejor, si se tiene en cuenta que la policía arrestó a Chiara, la hija de Blasio, en el verano del 2020, durante las protestas de Black Lives Matter, por el fallecimiento de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis en el estado de Minnesota,
Y según reporta El Diario las cifras pueden verse con el vaso medio lleno o quizás medio vacío, dependiendo de la medida; porque ambos funcionarios dicen que bajaron los crímenes como los robos menores y asesinatos comparando sus resultados frente al mes de noviembre, aunque las cosas no van tan bien para la percepción de los neoyorquinos de a pie que sienten que la inseguridad afecta su rutina diaria.
Los padres también están preocupados por el uso de armas de jovencitos y estudiantes, que a noviembre mostraron incremento del 2,6%.
Por fortuna los dos funcionarios reconocieron que hay mucho por hacer cuando el próximo enero del 2022 el nuevo alcalde, Eric Adams, asuma su mandato con el compromiso de reducir el índice de criminal del 11% y los asesinatos que bajaron al 17% frente al 2020.
Adams dice que una mujer lidiará con los asesinatos, violación de mujeres en el subway o las calles, los robos de autos y atracos, las golpizas por el origen étnico o creencias religiosas y tendencias sexuales, además de los allanamientos de morada.
Y será a la nueva administración a la que le toque ponerle el pecho al debate de si la reforma legal que permite a los sospechosos escapar del riesgo de ir a parar a la cárcel sin pagar fianza incrementan el crimen.
Los defensores de esa ley creen que la fianza es una trampa que por falta de dinero los jovencitos pobres quedan atrapados, y así empieza su carrera delictiva, pero el saliente comisionado advirtió que, si los individuos no enfrentan la justicia, no importa cuántos arrestos hagan los policías, ya que cree que la lucha contra el crimen no mejora porque los delincuentes ya no temen a la justicia.
Buen viento y buena mar deseamos para De Blasio y Shea.
Sofía Villa prepara esta columna a título personal. Trabaja como Producer Writer en Univision NY y sus opiniones no representan a Univision Communications Inc.
