Editorial: Estudiantes endeudados

El panorama luce preocupante porque hay informes que revelan que los estudiantes al día de hoy no están en condiciones de pagar los préstamos educativos

Los préstamos de estudiantes se han convertido en un lastre difícil de superar para muchos jóvenes./Shutterstock

Los préstamos de estudiantes se han convertido en un lastre difícil de superar para muchos jóvenes./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Durante mucho tiempo el peso de la deuda estudiantil ha estado agobiando a millones de familias que lo único que sueñan es tener a uno de los suyos graduado de una carrera universitaria.

Ya mucho antes de la pandemia, la situación del endeudamiento estudiantil era insostenible. La actual crisis de salud no ha hecho más que exacerbar esta problemática que tiene hasta el cuello a familias de las minorías.

Según cifras recientes, se calcula que hay 45 millones de estudiantes endeudados que en conjunto deben $1.7 billones de dólares en préstamos educativos. Es desafortunado el alto precio que se paga por aspirar a tener una educación superior en los Estados Unidos.

Una de las medidas que se tomó a nivel federal para dar alivio a los prestatarios fue establecer una moratoria para los pagos de los préstamos estudiantiles bajo la Ley CARES aprobada en marzo del 2020. Sin embargo esta suspensión vence el 31 de enero del 2022, es decir que en unas cuantas semanas vuelve la zozobra para los endeudados.

El panorama luce preocupante porque hay informes que revelan que los estudiantes al día de hoy no están en condiciones de desembolsar las respectivas cuotas porque sencillamente no tienen los recursos.

De hecho, una encuesta reciente hecha a casi 34,000 prestatarios por el “Student Debt Crisis Center” encontró que incluso entre los deudores que tienen empleo a tiempo completo, el 89% dijo que no está lo suficientemente seguro financieramente para comenzar a hacer pagos después del 1 de febrero, y el 21% dice que nunca tendrá los ingresos necesarios para reanudar los pagos.

Es por eso que nos sumamos al pedido que hicieron más de 200 organizaciones -entre las que figuran el Student Borrower Protection Center, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, la Federación Estadounidense de Maestros y la NAACP- a la Administración Biden para que extienda nuevamente la moratoria de la deuda estudiantil.

“Está claro que los pagos no deben reanudarse hasta que su administración haya cumplido plenamente las promesas que hizo a los prestatarios de arreglar el sistema de préstamos estudiantiles roto y cancelar la deuda estudiantil federal”, dice parte del texto de una misiva enviada por el grupo al despacho del presidente Biden.

No queda ninguna duda de que el paso inmediato debe ser extender la suspensión de los pagos porque los cobradores ya empezaron a enviar notificaciones a más de la mitad de los endeudados, pero la meta a largo plazo tiene que ser la condonación de ese dinero.

Las autoridades deben tomar en cuenta que la pandemia no ha terminado. El surgimiento de la variante ómicron es prueba de ello. Muchas familias siguen con dificultades para llegar a fin de mes. Hay que quitarles el peso de esa deuda.

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