Día de los Presidentes: los inquilinos de la Casa Blanca

La responsabilidad de quien está sentado en la Casa Blanca para tomar las decisiones depende del criterio de los votantes, pero eso es otra historia

El presidente Joe Biden tiene al momento el delicado manejo de la crisis ruso-ucraniana.

El presidente Joe Biden tiene al momento el delicado manejo de la crisis ruso-ucraniana. Crédito: MIKE THEILER / POOL | EFE

Los presidentes suelen ser evaluados por sus acciones tomadas en las crisis inesperadas. En esas situaciones sale a relucir la capacidad del liderazgo, la sabiduría de sus decisiones y el carácter capaz de forjar una unión en su lucha contra la adversidad.

En el Día de los Presidentes esta reflexión sirve para recordar la difícil labor que tienen los ocupantes de la Casa Blanca. Los retos de los acontecimientos impredecibles, tanto en lo doméstico como en el papel de líder mundial, coloca a los mandatarios en situaciones cuya repercusión no pueden ser manipuladas 

La intención de invadir Ucrania para cumplir el sueño del líder ruso  Vladimir Putin de reconstituir geográficamente la ex Unión Soviética Putin es una de esas circunstancias. Esta es la prueba que tiene hoy el presidente Joe Biden.

En el caso del expresidente republicano George W. Bush debió enfrentar el espectacular y devastador ataque terrorista del 9/11. Sus acciones inmediatas le ganaron la reelección. La desatención en Afganistán por la innecesaria guerra en Irak fue su legado.

Barack Obama se encontró con la Gran Recesión desde el primer día de gobierno. El demócrata debió enfrentar la peor crisis económica desde la Gran Depresión con un derrumbe hipotecario que puso de rodillas a Wall Street. Una oportunidad desaprovechada para hacer correcciones necesarias en la industria financiera. El precio por la  falta de reacción de la Casa Blanca a la invasión rusa de Crimea se está cobrando ahora. 

El coronavirus fue la sorpresa para Donald Trump. El manejo desastroso de la pandemia le costó la reelección al republicano.

El neoyorquino merece un párrafo aparte por el impacto destructivo de su gestión sobre la institución presidencial. Su falta de escrúpulos dejó al desnudo las debilidades de una labor basada en formalismos, y respetos institucionales. Para Trump, el gobierno federal era su empresa y el presidente el dueño absoluto que no responde a nadie.

Creemos que por el momento Biden se maneja cuidadosamente con quien tiene todo listo para una invasión. La diplomacia es el instrumento para unir a los aliados para negociar con el prepotente. 

La situación hoy no puede ser más delicada y tensa. Para peor, desde la misma oposición estadounidense hay quienes simpatizan más con Putin que con el líder demócrata.

La responsabilidad de quien está sentado en la Casa Blanca para tomar las decisiones depende del criterio de los votantes, pero eso es otra historia. 

Las acciones tomadas en esos momentos difíciles hicieron que hoy se honre a los presidentes George Washington y Abraham Lincon. Ellos hicieron frente a los imprevistos que se presentaron para formar la nación que tenemos hoy. Por eso los recordamos.

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