NYC trata de recortar la brecha educativa que tienen niños y jóvenes inmigrantes recién llegados que no hablan inglés

Por primera vez en décadas se proponen recursos para contratar docentes certificados multilingües que permitan facilitar la experiencia educativa a adolescentes de 16 años en adelante, que no tienen el inglés como primera lengua

Más de 150,000 estudiantes de escuelas secundarias de NYC no tienen el inglés como primera lengua

Más de 150,000 estudiantes de escuelas secundarias de NYC no tienen el inglés como primera lengua Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Ya en la propuesta formal del presupuesto del año fiscal de 2023 presentado por el Alcalde Eric Adams, hay un renglón muy específico, que se podría traducir en el futuro en una buena noticia para miles familias inmigrantes recién llegadas a la Gran Manzana, con hijos adolescentes que no dominan el inglés, quienes casi siempre encuentran grandes trabas para incorporarse a las escuelas secundarias públicas. 

Por primera vez en décadas, se pone sobre la pizarra del plan de gastos e inversiones municipales, la cifra de $11,2 millones destinados a optimizar los programas escolares para estudiantes que no tienen el inglés como primera lengua.  

En el boceto presupuestario hay referencias a 50 nuevos programas, pero aún no se han detallado cómo y dónde.

Esta inversión, que deberá ser aprobada por el Concejo Municipal, aparece en un momento en donde varias organizaciones han mostrado su alarma, ante el número de alumnos del sistema escolar que han abandonado las clases, y el desafío que significa que jóvenes recién llegados puedan pensar en un futuro en un aula.

Un caso entre miles ilustra esta realidad. Es el caso de la venezolana Beatriz Hernández, de 40 años, quien llegó a la ciudad de Nueva York el pasado otoño con sus dos hijos, un adolescente de 15 años y un pequeño de seis años. En su complicado camino de desafíos migratorios, todavía tiene como asignatura pendiente incorporarlos por completo al sistema escolar. Luego de ocho meses, todavía el futuro educativo de uno de ellos, sigue en el limbo.

“El pequeño pudo ingresar casi a las pocas semanas a una escuela en El Bronx. El idioma no fue un problema. De hecho, ya habla inglés. Se comunica con sus compañeritos bien. Sus maestras son bilingües.  Me impresiona como aprendió de inmediato”, contó la inmigrante.

Beatriz sabía muy bien, que en el caso de su hijo mayor, conseguir un pupitre en una escuela secundaria no sería sencillo, tomando en cuenta que entra en la categoría de estudiantes del idioma inglés (ELL). Es decir, necesita apoyo adicional para sus clases regulares y aprender el nuevo idioma para cursar el noveno grado.

“Llevo todos estos meses buscando. Y aunque tengo ya casi segura una opción. No tengo claro si funcionará. Toca probar. Es un doble reto pasar las materias regulares en otro idioma. Y se debe tener paciencia y entender que venimos a un país en donde el idioma es otro. Es parte del proceso”, comentó la residente de El Bronx.

Beatriz conectó sin temores con organizaciones de base comunitaria en el sur de El Bronx, que le ayudaron a buscar opciones, sin ninguna ansiedad por su estatus migratorio. Pero hay la sospecha que centenares de familias indocumentadas, que apenas han ingresado al país, sienten temor y dudas de dar a conocer su situación legal. Por lo cual, hay un número de niños y jóvenes no determinado, en las sombras, alejados por completo de algún plan educativo.

La madre salvadoreña, ‘Alicia García’, de 35 años, llegó al país la pasada Navidad con una hija de 17 años y confiesa que han sido tantos los retos para sobrevivir, que la opción de que su hija continúe su educación, no ha estado en la primeras lista de prioridades.

“Por lo pronto lamentablemente tiene que ayudarme a trabajar. Es duro y triste asumirlo asi. Pero ya tendremos tiempo”, confesó.

Un camino al multilingüismo

Para miles de familias inmigrantes recién llegadas, especialmente con hijos adolescentes, las vivencias de Beatriz y Alicia no son ajenas.

De hecho, la inserción en el distrito escolar más grande y diverso del país es un reto que en muchas oportunidades no termina en resultados académicos satisfactorios, especialmente para los residentes de vecindarios que están bajo la línea de la pobreza federal. 

De acuerdo con datos oficiales precisados antes de la pandemia, la tasa de deserción escolar en ‘high school’ en la Gran Manzana superaba el 16% para el grupo categorizado como ELL, en comparación con el 5% del total de todos los estudiantes.

Desde que el COVID-19 golpeó el año escolar 2019-2020, la inscripción de K-12 ha disminuido en un 9%, un número que focalizado en  algunos vecindarios de comunidades afroamericanas e hispanas podría duplicarse. 

De hecho, durante décadas varias organizaciones han impulsado más inversión en docentes con licencias para impartir instrucción de inglés como segundo idioma (ESL) y la ampliación de programas que permitan a estudiantes de este tipo incorporarse a las aulas y especialmente terminar sus estudios.

Ahora para el próximo año fiscal, esta posibilidad pareciera por lo menos dar algunos pasos. De hecho, el Alcalde Adams puntualizó que “nos aseguraremos de que cada estudiante tenga un camino hacia el multilingüismo”, cuando detalló el pasado martes su plan de inversión para el próximo año fiscal que inicia el 1 de julio.

Luego de la pandemia la deserción escolar en los planteles públicos de la Gran Manzana roza el 9%. (Foto: F. Martínez)

Aún estamos lejos”

Sin embargo, activistas como Andrea Ortiz, Gerente de Educación de la Coalición de Inmigrantes de NY (NYIC) consideran que a pesar de este anuncio, el trabajo por construir un sistema escolar accesible para los estudiantes inmigrantes, “aun está muy lejos de completarse”

“Acogemos con beneplácito el compromiso de la Ciudad de ampliar los programas bilingües e invertir en la programación que los inmigrantes merecen y necesitan. Aunque el alcalde debe aprovechar su compromiso inicial, con una inversión de $2,1 millones, en un programa piloto de escuelas de transferencia, para aumentar el acceso a la escuela para niños recién llegados y en edad de asistir a la escuela secundaria”, destacó Ortiz.

La portavoz de NYIC apuntó a que una inversión de $4 millones en la expansión del Proyecto LIFE proporcionaría apoyo de divulgación, solicitud e inscripción de planes culturalmente receptivos y lingüísticamente diversos, servicios de referencia y apoyo de intervención temprana, para más familias inmigrantes de niños de 3 y 4 años para que puedan inscribirse en Pre-K y 3K.

El proyecto LIFE (Vinculación de Familias Inmigrantes con el sistema escolar) fue lanzado por NYCI en 2018 y tiene como objetivo aumentar, a corto y a largo plazo, el acceso de las familias inmigrantes a Pre-K.

“Con estas inversiones que hemos propuesto en nuestro plan, realmente daremos un paso para la creación de un sistema educativo que priorice a todos nuestros niños”, remató.

La meta: más docentes multilingües

En esta misma dirección, la coalición Education Collaborative, conformada por más de 30 organizaciones comunitarias, por años había planteado a la Ciudad un programa piloto de tres años, el cual contrataría a más maestros y trabajadores sociales bilingües para trabajar con más de 400 estudiantes inmigrantes recién llegados, de 16 años a más.

“Las escuelas públicas son en gran medida inaccesibles para miles de jóvenes recién llegados de 16 años en adelante”, razonó a medios locales, Andrea Ortiz de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYCI).

La idea de esta coalición es que cada escuela pública de la ciudad a futuro proporcione servicios lingüísticos adicionales a los estudiantes que aprenden inglés como un nuevo idioma.

Está muy claro que los adolescentes inmigrantes recién llegados, enfrentan grandes dificultades para lograr avanzar con éxito en materias como ciencias y lenguaje, en contraste con quienes no deben en paralelo aprender un nuevo idioma.

Sobran las anécdotas en cada vecindario dominado por inmigrantes. La dominicana Estela Feliz, de 60 años, comparte que llegó al Alto Manhattan hace 25 años, cuando sus dos hijos tenían 15 y 18 años. Hoy lamenta que haya “fracasado” en su intento de que pudieran estudiar y alcanzar una carrera universitaria como muchos de sus primos y vecinos.

“Odiaron la escuela porque su inglés era muy básico. Se aburrían. No entendían nada. Intenté mil formas, pero ellos no quisieron seguir. Por lo menos no se descarrilaron y son buenos trabajadores. Pero todo cuesta más si no eres universitario”, comparte Estela.

La isleña destaca que ahora el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York (DOE) tiene más recursos, especialmente para ayudar a los estudiantes que solo hablan español.

“Hace 25 años cuando yo llegué era muy complicado. Ahora sinceramente he visto que los últimos gobiernos han hecho muchos esfuerzos para incluir a los recién llegados que no hablan la lengua”, aseveró.

Los estudiantes para quienes el inglés es un idioma nuevo, eran aproximadamente 146,000 niños matriculados durante el pasado año escolar 2020-2021. Todo indica que la brecha de aprendizaje como comprensión de lectura y escritura se pudo haber ampliado aún más durante las “lagunas” causadas por las clases a distancia.

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Por ley ningún niño o adolescente residente de la ciudad de Nueva York debe compartir su estatus migratorio para ser matriculado en una escuela.  Crédito: NYC Mayoral Office

Pocas escuelas de transferencia

Actualmente hay apenas cinco escuelas públicas denominadas de “transferencia”, con una programación y específica más especializada para los estudiantes que aprenden inglés como nuevo idioma. 

El programa piloto analizado por la coalición Education Colaborative, propone expandir ese tipo de modelo a Queens, el Bronx y Brooklyn. Cuatro de estos cinco planteles están ubicadas en Manhattan y una en el Bronx, aunque la mayoría de los inmigrantes más nuevos de entre 14 y 21 años viven en el Bronx, seguidos por Queens y Brooklyn, según datos del Censo analizados por el Instituto de Política Migratoria.

“Es muy frustrante y bastante deprimente para nosotros como defensores porque sabemos que cuando nos encontramos con un estudiante que vive geográficamente lejos de las escuelas de transferencia, sabemos de inmediato que será una batalla complicada”, razonó Rita Rodríguez-Engberg, directora del Proyecto de Derechos de Estudiantes Inmigrantes en Advocates for Children New York.

Ante estas demandas, fuentes del DOE aseguran que la Administración Municipal actual analiza propuestas para ampliar las escuelas de transferencia con base a “análisis y consultas rigurosas con todos los sectores y comunidades”.

“Se ha avanzando en un monto histórico en la propuesta de presupuesto 2023 para facilidades a los estudiantes recién llegados. Ahora pensamos que el camino es más corto“, concluyó.

Inmigrantes entre temores y trabas para la educación:

  • 95% de las familias inmigrantes que han entrado en contacto con el proyecto LIFE tenían preocupaciones y ansiedad relacionadas al estatus migratorio para solicitar información en el sistema educativo de la Gran Manzana.
  • 146,000 niños y adolescentes en la categoría de ELL se inscribieron en escuelas públicas de la Gran Manzana en el periodo escolar 2020-2021. Los números del último año no están disponibles.
  • 22,000 inmigrantes de 14 a 21 años vivieron en la ciudad de Nueva York durante tres años o menos, entrando en la categoría de recién llegados entre los años 2015 y 2019, según el análisis del Instituto de Política Migratoria. No hay datos claros de estas tendencias en el último año, pero todo indica que esta cifra se disparó desde el verano de 2021.
  • 18% de ellos, o 3,900, no estaban matriculados en la escuela o aún no habían recibido un diploma o un equivalente. 
  • 500 de esos adolescentes no inscritos tenían entre 14 y 15 años, mientras que el resto tenía entre 16 y 21 años.
  • 20-25% de abandono escolar en el grupo de estudiantes categorizados como ELL, luego de la apertura de las aulas por la pandemia, con base a algunas proyecciones de DOE.

¡Los papeles no son una traba!

  • Todos los niños residentes de NYC de 4 años de edad o que están por cumplir 4 años de edad son elegibles para Pre-K. Hasta que cumplen 21 años de edad tienen derecho a solicitar ingreso a una escuela pública.  
  • Por ley, no se les puede solicitar a los estudiantes que presenten documentación sobre su estatus migratorio, ni se les puede negar la admisión, inscripción o matrícula en una escuela pública del DOE debido a su estatus legal en el país. 
  • El Departamento de Educación ofrece información en árabe, bengalí, chino, coreano, criollo haitiano, español, francés, inglés, ruso y urdu, además de servicios de interpretación en más de 200 idiomas. 
  • Conecte con los Centros de Bienvenida a las Familias: schools.nyc.gov/FWC 
  • Los consejeros escolares y el personal de los Centros de Bienvenida a las Familias lo pueden guiar a los durante cada proceso de admisión, además de ayudarlos a elaborar su solicitud de ingreso y usar MySchools, según sea necesario. 
  • Obtenga más información sobre los Centros de Bienvenida a las Familias y cómo recibir ayuda en su idioma en la sección llamando al 718-935-2009 
  • Todos los detalles sobre el proceso de admisión a las escuelas públicas se encuentran en español en: schools.nyc.gov

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