Manejo mi auto para pagar la educación de mis hijos, ahora la MTA quiere que sea conductor de autobús

Las Tarifas de Congestión quizá funcionen para reducir el tráfico y recaudar fondos para el sistema de transporte público de la ciudad, pero dejar a miles de personas sin un ingreso no es la forma correcta de hacerlo

Conductores de aplicación piden que se les exima de la tarifa de congestión propuesta, si esta es aprobada.

Conductores de aplicación piden que se les exima de la tarifa de congestión propuesta, si esta es aprobada. Crédito: Siegfried Modola | Getty Images

Como muchos neoyorquinos, llegué a Nueva York en 1995 desde Azuay, Ecuador, en búsqueda de nuevas y mejores oportunidades económicas, de una vida mejor. Desde hace siete años conduzco con la app de Uber para sostener a mi familia, para pagar la escuela de mis hijos, llevando a miles de neoyorquinos y sus visitantes por toda la ciudad. Para mí, lo más importante es tener la flexibilidad y el tiempo para participar en el cuidado de mis hijos. Sin embargo, las propuestas de Tarifas de Congestión hoy amenazan con aumentar significativamente mis gastos y afectar la economía de miles de conductores como yo.

Sin duda, destinar las Tarifas de Congestión a reducir el tráfico en Manhattan y recaudar fondos para nuestro sistema de transporte público es importante. Sin embargo, para personas como yo que necesitamos manejar para mantenernos económicamente, las consecuencias de los planes propuestos hasta ahora serían terribles; no sólo para conductores como yo cuyo trabajo ahora estaría en riesgo, sino también para los cientos de miles de neoyorquinos que día con día dependen de nuestros servicios.

A pesar de que hemos pagado ya cerca de mil millones de dólares en tarifas de recargo por congestión durante los últimos tres años, ninguno de los siete planes de Tarifas de Congestión propuestos incluye excepciones para vehículos de alquiler (For-Hire Vehicles, FHVs). En cambio, proponen que conductores como yo paguemos aún más peajes por Tarifas de Congestión que van desde $5 hasta $23 dólares; uno de los planes incluso propone que los conductores paguemos varias veces el mismo día, una vez por cada ocasión que entremos al distrito comercial de Manhattan (las calles al sur de la Calle 60).

Muchos de nosotros vivimos fuera de Manhattan, y muchos más aún vivimos al norte de la calle 60 o fuera del distrito comercial. De aprobarse cualquiera de estos siete planes, los conductores tendríamos que pagar un peaje cada vez que salgamos de casa y entremos al distrito comercial, sin importar siquiera si hemos recogido a nuestro primer pasajero o no. Otros servicios de transporte compartido, como los taxis, sí tendrían excepciones limitadas en dos de los siete planes, a pesar de que nuestra actividad es significativamente similar.

La propia MTA ha admitido que estos peajes exorbitantemente altos dejarán sin trabajo a muchos conductores que simplemente no podremos pagar los peajes y reducirá la demanda de nuestros servicios ya que los pasajeros tampoco podrán pagar precios más altos. ¿La solución propuesta por el MTA por dejarnos sin trabajo? Ayudarnos a ser conductores de autobús. Y aunque proveernos con cierta capacitación suena bien, la realidad es que esto no garantiza un trabajo permanente para los más de 70,000 conductores de vehículos de alquiler en Nueva York. La propuesta ofende. Los conductores como yo elegimos este tipo de actividad a propósito y no tenemos ningún deseo de convertirnos en conductores de autobús. Más de 90% de los conductores de vehículos de alquiler somos inmigrantes que aún enfrentamos barreras significativas al buscar trabajo.

No sólo eso, la pérdida de nuestros trabajos también nos pondría en riesgo de perder la flexibilidad que tanto valoramos y necesitamos. Manejar con plataformas de viajes compartidos nos permite trabajar bajo nuestros propios términos y horarios. Convertirnos en conductores de autobús o adoptar cualquiera otra forma de empleo tradicional me obligaría a vivir para trabajar, bajo los términos y horarios de alguien más. Además que cambiar de trabajo significa perder la flexibilidad para ayudar a mis hijos con sus estudios.

Las Tarifas de Congestión quizá funcionen para reducir el tráfico y recaudar fondos para el sistema de transporte público de la ciudad, pero dejar a miles de personas sin un ingreso no es la forma correcta de hacerlo. Incluso varias organizaciones cívicas como la Comisión Ciudadana de Presupuestos (Citizens Budget Commission), la Asociación de Planificación Regional (Regional Planning Association) y el programa de Fix NYC han recomendado exentar a los vehículos de alquiler de estos nuevos peajes. 

Es necesario que la MTA escuche y atienda estas preocupaciones, que preserve nuestros trabajos al exentar a los conductores de vehículos de alquiler de más y nuevos peajes por Tarifas de Congestión.

Wilson Cajilima es conductor de aplicación

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