Maduro vs. oposición o viceversa
Para Estados Unidos también importa, pues se reactivará la explotación de petróleo en la región, justo en medio de la guerra de Rusia con Ucrania
Líder venezolano Nicolás Maduro. Crédito: Carolina Cabral | Getty Images
El anuncio de negociaciones entre la oposición y el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, deja en ascuas a los inmigrantes indocumentados, pero además se convierten en una prueba de fuego para todos los involucrados.
Los diálogos arrancaron en México con el visto bueno de Estados Unidos, Colombia y el Reino de Dinamarca, además del respaldo de la ONU, con miras a reactivar la economía y solucionar la crisis humanitaria.
Pero todavía es débil la posibilidad de una fecha para firmar los acuerdos luego que los diálogos se suspendieran en septiembre del 2021, como retaliación de Maduro ante la extradición a Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab por supuesto lavado.
Para la oposición y “La Plataforma Unitaria”, el reto es grande porque necesitan ya mismo un candidato y una organización política para lograr un cambio de poder en la tierra de Simón Bolívar, en caso que lograran solucionar el tema electoral, que se ve poco probable, mientras Maduro siga al mando.
Y es ahí donde entra Juan Guaidó, pues como él dice que ningún interés debe anteponerse a la emergencia nacional y que sí se necesita un “acuerdo integral”, él debería tener claro cómo mover sus fichas para que todos ganen y ayudar a más del 80% de los venezolanos que aún viven por debajo del umbral de la pobreza.
También el gobierno de Maduro está en la mira, pues con el anuncio de nuevas conversaciones, son los venezolanos quienes ganan, pues ya está garantizado el regreso de una gigante petrolera estadounidense como la Chevron a la explotación del crudo y esto es una inyección de capital para su mandato.
Como si fuera poco, con el apoyo de la ONU, crearán un fondo social para atender la crisis humanitaria para la atención en salud, los hospitales y escuelas; pero sobre todo para revivir la red eléctrica que evite el apagón nacional; pues ese dinero es parte de los $20 millones de dólares que Venezuela tiene congelados en la banca internacional.
Por eso la ONU está en la mira, ya que necesita que, esta vez, sí puedan lograr algo con Maduro, pues del acuerdo depende, además de la estabilidad en la región, la imagen del organismo, que vigila el proceso, junto al representante del Reino de Noruega.
Para Estados Unidos también importa, pues se reactivará la explotación de petróleo en la región, justo en medio de la guerra de Rusia con Ucrania y por eso el Departamento del Tesoro levantó parcialmente las sanciones económicas.
Finalmente, el presidente Gustavo Petro se juega su imagen, al apoyar el proceso calculando que podrá lograr que haya garantías para que antes del 2024 haya elecciones en Venezuela.
Y también los neoyorquinos ganamos, pues si se logra salir de esta crisis y hay acuerdos políticos, habría menos indocumentados que cruzan la frontera pidiendo asilo al ser enviados desde Texas, Arizona o Florida.
Sofía Villa es la autora y escribe esta columna a título personal. Sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.
