Hispana cumplirá 25 años de cárcel en Chicago por ver cómo su novio mataba a seis miembros de su familia

Jafeth Ramos, de 25 años, se declaró culpable de robo a mano armada como parte de un acuerdo con la fiscalía del condado de Cook; la mujer no movió un dedo para detener a su novio asesino, identificado como Diego Uribe Cruz

Jafeth Ramos y Diego Uribe Cruz

Jafeth Ramos y Diego Uribe Cruz cumplen cárcel luego de que el hombre matara a seis miembros de su familia delante de la mujer. Crédito: Oficina del Alguacil del Condado Cook | Cortesía

Una hispana que vio a su exnovio matar a seis miembros de su familia, entre ellos dos niños, en su casa en Chicago fue condenada el martes a 25 años de prisión.

Jafeth Ramos, de 25 años, se declaró culpable de robo a mano armada como parte de un acuerdo con la fiscalía del condado de Cook.

Tras los asesinatos, Jafeth ayudó a su entonces pareja Diego Uribe Cruz, de 28, a robar las propiedades de las víctimas.

Como parte del convenio, la mujer aceptó testificar contra su exnovio, reportó la agencia de noticias Associated Press.

Ramos declaró a los miembros del jurado que aceptó el acuerdo con la esperanza de que algún día podría reunirse con su hijo, que apenas era un niño cuando ambos fueron detenidos en mayo de 2016.

Uribe Cruz fue condenado a cadena perpetua el mes pasado por seis cargos de asesinato en primer grado por los hechos reportados en febrero de 2016 en el bungalow de las víctimas en el barrio de Gage Park, al suroeste de la ciudad.

El convicto le disparó a su tía de 32 años, María Martínez, después de intentar robarle el 4 de febrero de 2016.

Luego, golpeó hasta la muerte al hermano de esta, identificado como Noe Martínez Jr., de 38 años. Uribe Cruz continuó la embestida con el apuñalamiento de la madre de ambos, Rosaura Martínez, de 58, tras lanzarla por las escaleras.

Posteriormente, Uribe Cruz forzó a los dos hijos de su tía, Alexis Cruz y Leonardo Cruz, de 10 y 13 años, respectivamente, a entregarle artículos de la casa antes de apuñalarlos a ambos. El mayor de los hermanos le había clamado al asesino que lo dejara vivir. “Yo solo quiero vivir”, fueron parte de las últimas expresiones de Leonardo, según detalló Ramos en su testimonio.

La pareja espero hasta que Noé Martínez padre, de 62 años, llegó. El hombre había salido a comprar comida. Tan pronto arribó, el atacante también lo mató.

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