Qué significa tener una “hipoteca sumergida” en Estados Unidos y cómo enfrentarla

Cada año, miles de personas se enfrentan a hipotecas sumergidas sin que la mayoría conozca cómo resolver el problema

Al pagar oportunamente, con el paso de meses o años, se logrará poner fin a una hipoteca sumergida

Aunque se paguen en tiempo y forma las mensualidades de una hipoteca no es garantía de que en algún momento esta pueda ser considerada como sumergida. Crédito: Joe Raedle | Getty Images

Cuando una persona está tratando de pagar el saldo de una hipoteca mayor al precio de su vivienda en el mercado inmobiliario, se dice que se enfrenta a hipoteca sumergida.

En términos más coloquiales, una hipoteca queda bajo el agua cuando la relación entre el préstamo y su valor supera el 100%.

Enfrentarse a una hipoteca sumergida no necesariamente implica que se haya dejado de pagar las mensualidades, pues también influyen las recesiones experimentadas en el mercado inmobiliario, por ello es fundamental no dejar de cumplir con los compromisos adquiridos para así conservar la propiedad, aunque la deuda de esta parezca inviable.

Y es que después de un período de pago de meses o años, se habrá logrado pagar la hipoteca, en tanto que el valor de la vivienda se habrá fortalecido.

Ahora bien, como las deudas inmobiliarias generalmente se hacen más grandes a partir de los intereses generados, otra opción para hacerle frente a una hipoteca sumergida es inyectarle dinero por adelantado al capital y así se saldrá más rápido de la deuda con mensualidades posteriores más bajas.

En caso de ya no poder hacerle frente al monto de las mensualidades de una hipoteca sumergida, solicitar una modificación de préstamo o tratar de reducir el interés podría ser otra alternativa.
Recurrir a esta estrategia podría disminuir la cantidad a pagar cada mes al extender la deuda por más tiempo.

Venta corta

En casos extremos, las personas con hipotecas sumergidas buscan la manera más rápida de sacudirse el problema, aunque ello les implique perder parte del dinero invertido en una propiedad, y una venta corta puede ser una alternativa.

Esta operación se da cuando un prestamista acepta adquirir una propiedad a un precio inferior al establecido en el mercado inmobiliario con el compromiso de liquidar el monto restante de la hipoteca, pues de esta manera no existe ninguna mancha en el historial crediticio de quien ya no pudo cumplir con los pagos de una vivienda.

Refinanciamiento a través de programas gubernamentales

Para las personas que hayan avanzado con más de la mitad del financiamiento de una vivienda y que enfrenten una hipoteca sumergida existen algunos programas gubernamentales que permiten reformular su sistema de pagos para enfrentar el problema de falta de solvencia, así que lo recomendable es asesorarse para conocer cuál se ajusta mejor a su situación.

Es importante tomar en cuenta que el monto máximo de refinanciación se basa en el saldo pendiente de la hipoteca, pero no todas las personas califican.

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