La justicia que le toca a Trump

Trump no quedó preso, y tras la audiencia en el juzgado del bajo Manhattan, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, confió en que tendría lo que llamó un "juicio justo".

El expresidente Donald Trump a su llegada el martes 4 de  abril a la Corte en Manhattan.

El expresidente Donald Trump a su llegada el martes 4 de abril a la Corte en Manhattan. Crédito: Ed Jones | Getty Images

Hay que tener cuidado con la politización de la justicia porque sin la imparcialidad judicial se acabaría la democracia. Nos referimos al inicio del juicio a Donald Trump tras la histórica lectura de los 34 cargos penales de los que fue causado este 4 de abril, por los 23 jurados que lo investigaron.

Son muchas las novedades en este caso: pues el primer fiscal afroamericano acusa penalmente por primera vez a quien también entra así en la historia política de los Estados Unidos en enfrentar el primer juicio penal; Richard Nixon se salvó de ser el primero porque su sucesor Gerald Ford lo perdonó, luego de renunciar en 1973. 

Y aunque por razones diferentes, también por primera vez varios demócratas y republicanos coincidieron en guardar silencio y no opinar sobre los méritos del caso con los que el fiscal Alvin Bragg intentar poner tras las rejas a Trump, pues el acusado asegura que es una cacería política justo cuando está en juego la campaña electoral por la presidencia del próximo 2024 en la que espera enfrentar al presidente Joe Biden.

Trump no quedó preso, y tras la audiencia en el juzgado del bajo Manhattan, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, confió en que tendría lo que llamó un “juicio justo”.

Para el partido de gobierno el silencio es oro y nada más se agregó, para así evitar avivar las críticas de los republicanos que gritan a toda voz que el caso es político, tal como lo dijo el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, quien cree que Bragg trata de interferir en las elecciones.

Inclusive el expresidente desafió a su juez, el famoso Juan Merchán, ya que, pese a que le pidió evitar comentarios perturbadores de la paz, Trump se fue a su hogar en Mar-a-Lago para cuestionar tanto a Merchán como a Bragg, al decir que el juicio sólo es una estrategia para frenar su candidatura por el partido Republicano. 

Y es sobre los hombros de este inmigrante colombiano que cae la responsabilidad de impartir justicia a una persona como Trump. Por eso los analistas buscan con lupa explicar cómo será la estrategia para el juicio por la supuesta falsificación de documentos y el soborno a Stormy Daniel en 2016, pues argumentan que son comunes en el mundo de los negocios estos “acuerdos de pago” por el silencio, pero amanecerá y veremos si Merchán aclara qué crimen intentaba cometer Trump con esa movida.

Por eso es importante que haya transparencia en el proceso y que el juez aplique la justicia, evitando sombras sobre la real intención del proceso.

La autora, Sofía Villa, escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer. 

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