Anciano hispano de Queens acusado de asesinar a su exesposa, presuntamente trató de limpiar la evidencia que lo señalaba

Tras matar a su exesposa en una casa de Queens, Ovidio Porras tomó un trapeador e intentó limpiar la sangre de la mujer, pero dejó marcas de frotis, además movió el cuerpo de la mujer de sitio siendo evidente la manipulación de la escena

Los funcionarios de la policía registraron la casa y encontraron el trapeador en el sótano con "un tinte rojizo".

Los funcionarios de la policía registraron la casa y encontraron el trapeador en el sótano con "un tinte rojizo". Crédito: Spencer Platt | Getty Images

Un sujeto de Queens de 86 años que asesinó a su exesposa intentó limpiar el sangriento lugar de los hechos para que las autoridades creyeran que la mujer perdió la vida al caerse por las escaleras, sin embargo, no hizo un buen trabajo encubriendo sus huellas, de acuerdo con los documentos judiciales.

Tras golpear a Luz Porras, de 76 años, arrojándola por un tramo de escaleras, el sospechoso identificado como Ovidio Porras tomó un trapeador del sótano y trató de limpiar la sangre en el descanso del segundo piso, pero dejó marcas de frotis “como si se hubiese hecho un intento de limpieza”, señalaron los fiscales de Queens en los informes judiciales.

Asimismo, el anciano olvidó limpiar las gotas de sangre del rostro y los pies descalzos, algo que los detectives notaron mientras lo interrogaban, apuntaron los fiscales.

Porras enfrenta cargos de homicidio, manipulación de evidencia física y desacato criminal por matar a su esposa dentro de su casa en 91st Street frente a Atlantic Avenue en Woodhaven, informó la policía.

Porras golpeó a su exesposa cerca de las 12:00 del mediodía del miércoles. Después empezó con el trabajo de limpieza para que pareciera que murió en la caída, no por su ataque, y movió el cadáver de la mujer mientras limpiaba, revelaron fuentes policiales.

El hijo de ambos halló a su madre al pie de las escaleras a las 8:00 de la noche aproximadamente y llamó al 911. Los agentes sospecharon inmediatamente que la escena fue manipulada, manifestaron los funcionarios.

El acusado afirmó que estuvo fuera de la casa todo el día, incluso les dio a los oficiales su tarjeta de MetroCard, aunque la vigilancia por video mostró que nadie salió de la vivienda.

El 24 de abril Luz Porras había pedido el divorcio, de acuerdo con los registros judiciales. No está claro cuánto tiempo habían permanecido casados. Los dos peleaban frecuentemente y los agentes de la comisaría local habían sido llamados a la casa en varias oportunidades para intervenir en las intensas discusiones.

Ambos había discutido la mañana del miércoles, pero el anciano negó haberla atacado, expresaron los fiscales.

Además, aseguró que nunca tocó el cuerpo de la mujer luego de que la descubrieran al pie de las escaleras, pero no pudo explicar cómo se manchó de sangre el rostro y los pies, dicen los documentos.

Los investigadores hallaron huellas en la sangre de la víctima que tenía los mismos patrones en zig-zag que los zapatos de Porras, dieron a conocer los fiscales.

Los funcionarios de la policía registraron la casa y encontraron el trapeador en el sótano con “un tinte rojizo”, según la denuncia penal. También encontraron cabellos y más sangre en la trampa de desagüe en el fregadero junto a la fregona y en la lavadora.

Igualmente, descubrieron manchas de sangre por toda la casa, incluyendo la cocina y “a lo largo de la escalera”, informó Daily News.

Las autoridades detuvieron a Porras el jueves en la noche, siendo el primer arresto del octogenario en la ciudad de Nueva York, dijeron los oficiales.

Por su parte, Diego Freire, ordenó la captura sin fianza de Porras el viernes en la noche. Además, ordenó que el hombre recibiera atención médica adecuada y una evaluación psiquiátrica, y que lo mantuvieran bajo custodia protectora debido a su frágil condición.

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