Mes del Orgullo: un recordatorio a la tolerancia

Llegamos a junio -Mes del Orgullo Gay- y queremos sumarnos a las voces que incansablemente promueven desde diferentes frentes mensajes de tolerancia e inclusividad en nuestra sociedad, pero particularmente vamos a hacer hincapié en las familias latinas a las que quizá aún les cuesta aceptar las preferencias de amigos o seres queridos.

Nuestro llamado va dirigido a no permitir que influencias externas de carácter político o ultraconservacionista sirvan para fomentar sentimientos de odio o rechazo por la orientación sexual de una persona.

Hemos sido testigos del dolor que provoca la intolerancia en Estados Unidos. Quedará para la historia y reflexión la masacre en la discoteca Pulse de Orlando, Florida, donde 49 personas murieron y 53 resultaron heridas, el 12 de junio de 2016. Justamente la tragedia se produjo durante el mes en el que el colectivo LGBTQ+ tiene su espacio para de alguna manera tratar de romper las barreras del estigma y discriminación que se interponen en su camino.

Y es que en la actualidad –según denuncian los activistas– la comunidad LGBTQ+ enfrenta el peor año legislativo de la historia con más de 500 proyectos de ley antigay en las legislaturas de todo el país.
Medidas como ‘No digas gay’, en Florida, o intentos de revivir las terapias de conversión en varios estados no aportan nada positivo, al contrario, solo causan daño y pérdidas irreparables.

De hecho, un estudio de The Trevor Project publicado en el American Journal of Public Health encontró que los jóvenes LGBTQ que se sometieron a terapia de conversión tenían más del doble de probabilidades de informar haber intentado suicidarse y 2.5 veces más probabilidades de informar múltiples intentos de quitarse la vida.

Por eso, ya es hora de que asumamos que la bandera arcoíris es parte de nuestro entorno y diversidad. Cifras del Censo indican que cerca de un millón de hogares estadounidenses están compuestos por parejas del mismo sexo.

Que este mes sea la oportunidad para celebrar el activismo y las contribuciones de la comunidad gay. Que sea la oportunidad para recomponer lazos rotos a nivel de las familias que han aislado a alguno de los suyos, especialmente ahora que la juventud está más abierta para expresar sus deseos.

No permitamos la politización de un asunto tan personal. Hagamos oídos sordos al discurso de candidatos irresponsables que sólo buscan revolver las aguas para generar votos a su favor. Al contrario, respaldemos las medidas contra el odio que adoptan los gobiernos progresistas locales o estatales para vivir en una sociedad en paz donde todos tenemos igualdad de derechos.

Aprendamos a crear redes de apoyo y a celebrar nuestras diferencias.