Instituto Puertorriqueño de la Familia abraza la inclusión y multiculturalidad de NYC

Lo que hace 63 años surgió como una iniciativa para orientar a los recién llegados boricuas a entender cómo navegar en un nuevo sistema, ahora es un centro de servicios humanos dirigido a todos los neoyorquinos vulnerables

David Benítez como parte del equipo de PRFI destaca con orgullo que como institución abren la puerta a todos los grupos étnicos

David Benítez como parte del equipo de PRFI destaca con orgullo que como institución abren la puerta a todos los grupos étnicos Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Cuando hace 63 años un grupo de activistas puertorriqueños empezó a diseñar un programa de conexión comunitaria, para ayudar a quienes venían desde la ‘Isla del Encanto’ a la Gran Manzana, a buscar una mejor vida, lo concibieron con los límites que su nombre indica: El Instituto Puertorriqueño de la Familia (PRFI)

Luego de seis décadas, todos los desafíos cambiaron. E incluso, hasta el mismo concepto del núcleo familiar, que en aquél tiempo sólo era concebible bajo la estructura de un hombre y una mujer, también dio un giro.

“Gran parte de las familias boricuas, que vinieron en ese boom migratorio hacia Nueva York no hablaban inglés. Al llegar aquí, encontraban grandes trabas para vincularse con el sistema. Hasta inscribir a sus niños en las escuelas era un gran reto. Y en ese momento PRFI, fue diseñado para llevar a estas familias al próximo nivel”, cuenta David Benitez, Director de Comunicaciones de esta organización enclavada en Manhattan, pero con ramificaciones de servicios en El Bronx, Queens y Brooklyn.

Con los cambios demográficos, la aparición de nuevos retos de salud y el crecimiento sostenido de la diversidad étnica y cultural en las calles de Nueva York, el campo de acción del Instituto Puertorriqueño de Familia se redimensionó. 

Ahora, es un gran centro de servicios humanos que ofrece programas culturalmente sensibles a niños, adultos y familias de todas las comunidades de Nueva York, independientemente de su origen, identidad sexual, expresión de género, capacidad de pago o idioma.

También proporciona algunos servicios en Puerto Rico y tiene como ambición ofrecerlos en otros estados del país.

“Digamos que fueron los boricuas quienes abrieron el camino en Nueva York a otras comunidades hispanoparlantes. Hace 63 años éramos aquí la mayoría latina. Ahora esos programas que surgieron bajo la concepción de ayudar a la familia tradicional puertorriqueña, se expandieron y están al servicio de todos los neoyorquinos, sin excepción”, destacó con orgullo Benítez.

Entre los años 1950 y 1980, miles de puertorriqueños vinieron a Nueva York, especialmente a El Bronx y el este de Harlem, constituyéndose como la primera comunidad hispana de la Gran Manzana. 

En 1960, datos censales confirman que el 88% de los boricuas que vivían en Estados Unidos residían en la Gran Manzana.

“Vengan de donde vengan”

Con varios proyectos en expansión por venir, el PRFI opera tres clínicas ambulatorias de salud mental y programas integrales de desarrollo infantil y familiar para personas de bajos ingresos, con niños de 2 años y 9 meses a 5 años.

Esto aunado a planes de intervención de crisis basados en el hogar que brinda una alternativa a la hospitalización psiquiátrica y/o colocaciones para niños en riesgo de 5 a 17 años.

Además, cuenta con toda una estructura de trabajadores sociales para hacer referencias apropiadas para servicios esenciales de salud, educación y vivienda para toda la familia a las agencias gubernamentales locales, estatales y federales.

Desde 1975, este instituto obtuvo los auspicios de tres Centros de Cuidados Intermedios (ICF) que brindan servicios para que personas con discapacidades del desarrollo, adquieran habilidades de la vida diaria.

“Estamos comprometidos a trascender y ser multiétnicos. Muchos podrían pensar todavía que somos una organización limitada a proveer servicios a los boricuas. Y la realidad es que actualmente nuestro equipo profesional es muy diverso. Nuestro reto es ayudar cada día a las comunidades más marginadas de la ciudad de Nueva York, vengan de donde vengan”, destacó Benitez.

Un modelo de inclusión

El concepto de familia en Nueva York y en todo el país ya tiene otras connotaciones y se podría definir de muchas formas. 

Y en esta dirección, el directorio de PRFI también ha tratado de adaptarse a las nuevas dinámicas sociales y legales que tienen preponderancia en un epicentro culturalmente liberal como la Gran Manzana. 

La realidad es que la familia de hoy, no está definida sólo por un hombre y una mujer. Un niño puede tener como padres dos hombres o dos mujeres, por hacer referencias solo a un par de esquemas. 

Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer en cuanto al acceso a servicios sociales multiculturales, multilingües e inclusivos que se adapten a esta realidad en la ciudad de Nueva York.

“Por definición nuestras comunidades hispanas suelen ser muy conservadoras y una forma de ofrecer espacios para que centenares de personas se sientan con la confianza de buscar ayuda, independientemente de su identidad sexual o identidad de género, es enviando mensajes poderosos de inclusión”, destacó Benitez.

De hecho, este año por primera vez en su historia, PRFI participará en la Parada del Orgullo del colectivo LGBTQIA+ en la ciudad de Nueva York, que se celebrará el próximo domingo 25 de junio.

El dato:

Para conocer y conectar con los servicios del Instituto Puertorriqueño de la Familia (PRFI) visite su página web: www.prfiorg.com

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