Hombre del alto mando militar de Rusia se rebela contra Putin y marcha con 25,000 hombres hacia Moscú

Yevgueni Prigozhin, quien dijo que no se trataba de un golpe de estado, marcha con 25,000 hombres desde Ucrania hasta la región de Roston al sur de Rusia

El Ministerio ruso de Defensa prometió a los amotinados garantías de seguridad si volvían a sus cuarteles.

El Ministerio ruso de Defensa prometió a los amotinados garantías de seguridad si volvían a sus cuarteles. Crédito: ANATOLII STEPANOV | AFP / Getty Images

El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, tomó este sábado el control de la ciudad al sur de Rusia Roston del Don y amenazó con marchar a Moscú, en una rebelión armada contra Vladimir Putin, quien tildó lo de traición asegurando que será sofocada para evitar una guerra civil.

La comunidad internacional encabezada por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN observan de cerca lo que está ocurriendo, que Ucrania ha interpretado como un signo hacia el colapso del régimen ruso, y diferentes países recomendaron a sus ciudadanos que eviten viajar a Rusia y visitar el centro de Moscú.

Para la inteligencia británica, el país afronta el “desafío más significativo” en los últimos tiempos y la “lealtad” de sus fuerzas de seguridad serán “clave” para el desenlace de la crisis rebelde.

Prigozhin, aseguró que no se trata de un golpe de Estado, cruzó la noche del viernes con 25,000 hombres, de acuerdo con lo que dijo, la frontera rusa a la región de Rostov desde Ucrania donde las fuerzas de Rusia atacaron presuntamente con misiles un campamento del Grupo Wagner, para iniciar una “marcha por la justicia” hacia Moscú por el “caos” causado por la cúpula militar en la guerra y la muerte de “más de 100,000 soldados rusos” por su culpa.

Grupo Wagner toma ciudad al sur de Rusia

Yevgueni Prigozhin, quien fue acusado por la Fiscalía General de Rusia de “organizar una rebelión armada” que puede ser penado con 20 años de prisión, anunció que sus hombres, que desplegaron tanques y blindados en la ciudad de Rostov del Don, había tomado el Estado Mayor, instalaciones militares y el aérodromo.

También conocido como “el chef de Putin” por sus negocios de restauración y cáterin forjados cuando Putin llegó al liderazgo de Rusia, afirmó que sus hombres “bloquearán la ciudad de Rostov” y “avanzarán hacia Moscú” mientras “no tengan en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú”, con quienes lleva meses enfrentados duramente.

El Kremlin instauró el régimen antiterrorista en la capital rusa y la provincia de Vorónezh, vecina de Rostov y por donde los hombres de Wagner pueden dirigirse por carretera, ya cortada para el tráfico, hacia el centro de poder casi 370 millas más al norte.

El gobernador de Vóronezh, Alexandr Gúsev, ha desmentido que los hombres de Prigozhin hayan llegado a la región, y ha asegurado que las fuerzas armadas “están tomando las medidas operativas y de combate necesarias” para evitarlo.

Mientras, el líder checheno, Ramzán Kadírov, anunció el envío de sus hombres a la “zona de tensiones”, a fin de preservar la unidad de Rusia y defender el Estado”.

El Ministerio ruso de Defensa prometió a los amotinados garantías de seguridad si volvían a sus cuarteles, pero su llamamiento ha sido en vano hasta ahora.

Prigozhin ni siquiera hizo caso a Serguéi Surovikin, comandante adjunto de las fuerzas rusas en Ucrania, el único mando militar que dice respetar y que servía hasta ahora como su enlace con el Ministerio de Defensa, quien le instó a detener la sublevación.

Putin dice que sofocará la rebelión y castigará a todos

A Putin no le quedó otra salida que dirigirse a la nación en un discurso de diez minutos a fin de calmar a la población y tratar de persuadir al jefe de Wagner a entregarse.

“El que organizó y preparó la rebelión militar traicionó a Rusia y responderá por eso”, afirmó, y recalcó que el jefe de Wagner “empuja al país a la anarquía y el fraticidio, a la derrota y a la capitulación” frente a Ucrania y Occidente.

“Como presidente y comandante en jefe, como ciudadano ruso, haré todo para defender el país. Defender el orden constitucional, la vida y la seguridad, la libertad de los ciudadanos“, enfatizó.

Afirmó que “a día de hoy, Rusia libra una dificilísima batalla por su futuro” en Ucrania y contra “la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente”, lo que requiere “unidad”.

“Por eso, cualquier acción que socave nuestra unidad es en esencia una traición a nuestro pueblo“, sostuvo, y recordó que algo semejante sucedió en 1917 durante la primera Guerra Mundial, cuando a Rusia “le robaron la victoria” por medio de “intrigas, chismes, politiquería a las espaldas del pueblo” que condujeron a la desintegración del Estado y la pérdida de enormes territorios.

Amenaza de nueva guerra civil

“Como resultado, la tragedia de la guerra civil, los rusos matando a rusos, hermanos matando hermanos, mientras que diversos aventureros políticos sacaban provecho personal y las fuerzas extranjeras rompían al país en pedazos. No permitiremos que esto vuelva a pasar, defenderemos a nuestro pueblo y nuestro Estado de cualquier amenaza”, añadió.

Varios políticos, diputados y líderes regionales rusos han expresado su apoyo a Putin, desde los presidentes de ambas cámaras parlamentarias a gobernadores y jefes de las anexionadas regiones ucranianas, así como el patriarca de la Iglesia ortodoxa, Kirill.

Prigozhin, atrincherado en Rostov, respondió que sus hombres no son traidores y no se entregarán a las autoridades.

Sobre aquello de traición a la patria, el presidente se equivocó profundamente. Somos patriotas. Hemos combatido y combatimos (…) y nadie piensa entregarse por exigencia del presidente, del Servicio Federal de Seguridad (FSB) o quien sea”, subrayó.

Con información de EFE

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