¿Tu ADN decide lo que comes? Hallazgo de 500 genes clave

Los resultados de la investigación indican que hay 300 genes directamente asociados con el consumo de alimentos específicos y casi 200 genes vinculados a patrones dietéticos que agrupan varios alimentos

Con este descubrimiento se abren posibilidades para desarrollar estrategias de nutrición de precisión que ayuden a mejorar la salud o prevenir enfermedades con el uso de la genética de una persona

Con este descubrimiento se abren posibilidades para desarrollar estrategias de nutrición de precisión que ayuden a mejorar la salud o prevenir enfermedades con el uso de la genética de una persona Crédito: Shutterstock

Una investigación de la Universidad de Colorado realizada a gran escala de genes, relacionados con la dieta, descubrió casi 500 genes que parecen influir directamente en los alimentos que comemos.

El descubrimiento representa un paso importante para desarrollar estrategias de nutrición de precisión que ayuden a mejorar la salud o prevenir enfermedades con el uso de la genética de una persona.

Los resultados de la investigación indican que hay 300 genes directamente asociados con el consumo de alimentos específicos y casi 200 genes vinculados a patrones dietéticos que agrupan varios alimentos.

Cómo influyen los genes en los patrones dietéticos

La líder del equipo de investigación, Joanne Cole, PhD, profesora asistente en el Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado explica que “el estudio mostró que los patrones dietéticos tienden a tener más efectos genéticos indirectos, lo que significa que se correlacionaron con muchos otros factores”.

Al tiempo que agrega que “esto muestra lo importante que es no estudiar los patrones dietéticos en el vacío, porque el impacto del patrón de alimentación en la salud humana puede estar completamente mediado o confundido por otros factores”.

La investigación a corto plazo estudia “los genes relacionados con la dieta recientemente identificados para comprender mejor su función y, al mismo tiempo, trabajar para identificar aún más genes que influyan directamente en las preferencias alimentarias”, indica Nutrition.

Cole explica que “algunos genes que identificamos están relacionados con las vías sensoriales, incluidas las del gusto, el olfato y la textura, y también pueden aumentar la respuesta de recompensa en el cerebro”.

Los genes pueden influir en el tipo de alimentos que nos apetecen
Crédito: Shutterstock

Un dato importante de esta investigación es que “debido a que algunos de estos genes pueden tener caminos claros para influir en si a alguien le gusta o no un alimento, podrían usarse potencialmente para crear perfiles genéticos sensoriales para ajustar las recomendaciones dietéticas de una persona en función de los alimentos que les gusta comer”.

Para analizar el estudio de asociación de todo el fenómeno (PheWAS) que identificó genes más fuertemente asociados con la dieta que con cualquier factor de salud o estilo de vida, los investigadores utilizaron el Biobanco del Reino Unido, que contiene datos de 500.000 personas.

Otros factores que influyen en los patrones nutricionales

“Los alimentos que elegimos comer están influenciados en gran medida por factores ambientales como nuestra cultura, estatus socioeconómico y accesibilidad a los alimentos”, dijo Cole.

“Debido a que la genética juega un papel mucho menor en la influencia de la ingesta dietética que todos los factores ambientales, necesitamos estudiar cientos de miles de individuos para detectar influencias genéticas en medio de los factores ambientales. Los datos necesarios para hacer esto no han estado disponibles hasta hace poco”.

Plato con avena
Comer avena puede ayudar a disminuir los niveles de colesterol en la sangre.
Crédito: Vladislav Noseek | Shutterstock

A través de métodos computarizados buscan “descubrir los efectos directos de las variantes genéticas que afectan la dieta y separarlos de los efectos indirectos, como aquellos en los que un gen afecta la diabetes y tener diabetes requiere que una persona coma menos azúcar·”.

Explica Cole que “si sabemos que un gen que codifica un receptor olfativo en la nariz aumenta el gusto por la fruta de una persona y aumenta la respuesta de recompensa en el cerebro, entonces los estudios moleculares de este receptor podrían usarse para identificar compuestos naturales o sintéticos que se unen a él”.

“Entonces, podríamos ver si agregar uno de esos compuestos a los alimentos saludables hace que esos alimentos sean más atractivos para esa persona”, agrega.

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