Votos para botar a McCarthy
Los pactos lo sacan de la Cámara en Washington DC
El ahora destituido presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, acaba de aprender una lección de liderazgo: no todos pueden quedar contentos, alguien tiene que ceder y alguien debe perder en este juego de la política y el poder.
Así el caos llegó a la Cámara tras la histórica votación en la que, por mayoría los demócratas y 8 congresistas republicanos, votaron por el sí a la destitución, que de paso paraliza la actividad legislativa y la agenda del gobierno demócrata en Washington DC.
Este 3 de octubre pasará a la historia por los 216 votos contra los 210 que querían que se quedara como el jefe de la cámara baja, porque lo despidieron sin tener un plan B, y sin tener claro quién asumiría el reto de unificar y llevar la agenda legislativa.
Esa destitución comenzó su camino desde enero con la elección de McCarthy, porque como necesitó 15 votaciones antes de quedarse con el puesto que dejaba Nancy Pelosi, le tocó hacer pactos con todos los bandos al mismo tiempo y permitió que se redujera, de cinco a uno, las firmas que se necesitaban para pedir la moción de censura al Speaker of The House que ahora lo deja fuera del juego.
Y también quedó mal por la aprobación de la ley que elevaba el techo de la deuda a más de 31 mil millones de millones de dólares por el resto del gobierno Biden; y para colmo, este 30 de septiembre acordó con el partido de gobierno aprobar un presupuesto temporal hasta el 17 de noviembre para pagar la nómina, pero sin fondos para Ucrania y así enfureció a sus copartidarios.
Y parece muy inteligente que McCarthy descarte postularse, pues nunca tuvo el respaldo político que un líder necesita.
Lo irónico es que fue presentada por el republicano de Florida, Matt Gaetz, y pese a su ayuda con la agenda del gobierno, los demócratas tampoco lo rescataron.
Eso contrasta con su antecesora, la demócrata Nancy Pelosi, pues además de ejercer el cargo entre 2007 y 2011, ella que parecía dura como una dama de hierro para mover los hilos del poder, ganó por segunda ocasión entre 2019 y 2023, en plena pandemia. Y aunque no prosperó logró dos acusaciones o impeachment contra Trump.
Ahora, con la salida del Speaker, queda entre el tintero el presupuesto que debe aprobarse antes del 17 de noviembre para evitar la parálisis del gobierno federal, pero faltan líderes que puedan asumir el reto de mandar sin tener que jugarse todo con sus acuerdos.
Lo que nos queda claro es que hay entre el partido y la oposición.
La autora, Sofía Villa, escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer.