Cábalas y agüeros latinos

Los latinos tenemos costumbres especiales para soñar con el futuro, pues pedimos bienestar, salud, dinero y prosperidad con ciertos ritos

El 2024 es un año electoral.

El 2024 es un año electoral. Crédito: Impremedia

Los hispanos tenemos que agarrar el toro por los cuernos para mantenernos en el juego político este 2024 y hasta hacer cábalas sobre lo que nos espera como inmigrantes en los Estados Unidos.

El año comenzará con una campaña presidencial que definirá el futuro de millones de indocumentados o su esperanza de una reforma migratoria. Y entre las expectativas está que Joe Biden no se postule, en caso de que prospere el concepto de la Corte de Colorado que dice que Donald Trump no es apto para ser candidato presidencial, por la investigación sobre la insurrección en la toma del Capitolio de la nación el 6 de enero de 2021.

Ahí entramos en terrenos más complicados para saber quiénes serían los contendores Demócratas y Republicanos por la nominación. Así que hagan sus apuestas sobre lo que será mejor para todos.

Los latinos tenemos costumbres especiales para soñar con el futuro, pues pedimos bienestar, salud, dinero y prosperidad con ciertos ritos.

Por ejemplo, los agoreros colombianos como las abuelas usaban “las cabañuelas” de los primeros 12 días “para saber” cómo serán las lluvias o el clima todo el año; además, las damas estrenan ropa interior de color amarillo para decir adiós a las cosas malas del año viejo. Ojalá que eso funcionara para atraer nuevos rostros a la campaña presidencial de la nación.

Si es ese el caso, Nikki Haley me parece buena opción. Es joven y con buenas perspectivas entre los republicanos. Por los demócratas hay apuestas por la postulación de la vicepresidenta Kamala Harris, quien se destaca como la primera mujer de tez morena y ascendencia inmigrante en llegar a la Casa Blanca.

Otra buena carta del gobierno sería el secretario del transporte Pete Buttigieg quien atrae al voto de la comunidad gay o inclusive el gobernador de California, Gavin Newsom, quien también quiere ser presidente.

En Latinoamérica es común que, para el 31 de diciembre, mastiquemos 12 uvas; otros llaman la riqueza y el dinero escondiendo dinero en el zapato; mientras para algunos dar la vuelta a la manzana con una maleta atrae buenos viajes.

Los cubanos y uruguayos acostumbran “el baldazo” o lanzar agua por la ventana llamando el cambio y buscando espantar las penas. Sin embargo, aunque muchos apenas creemos en estos ritos, aquí es mejor no dejar anda al azar, ¡tenemos que actuar!

Ya que, por ejemplo, para quienes sacar la basura de cada rincón y las malas energía del año viejo funciona, o dejar arroz y lentejas llama la buena suerte y el dinero, sería bueno recordar que el 2024 traería un nuevo comienzo que depende de cómo votemos.

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.

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