Editorial: La necesidad de un plan para la vejez

Hay que hablar los asuntos de la edad dorada en las resoluciones de Año Nuevo.

Para cuando lleguemos al 2050 la población mayor de 65 años en Estados Unidos se incrementará en más del 50%.

Para cuando lleguemos al 2050 la población mayor de 65 años en Estados Unidos se incrementará en más del 50%. Crédito: Shutterstock

Llegamos a la época donde por lo general reflexionamos sobre los 12 meses que están por concluir y los retos que nos depara el nuevo año, sin embargo creemos que es oportuno no solo pensar a mediano sino a largo plazo.

Las proyecciones de la Oficina del Censo son claras, para cuando lleguemos al 2050 la población mayor de 65 años en Estados Unidos se incrementará en más del 50%, (86 millones).

Ante esta premisa vale preguntarnos cómo nos estamos preparando los hispanos para la vejez. ¿Tenemos un plan de vida para la edad dorada? ¿Hemos hablado con nuestros hijos o familiares sobre qué hacer cuando llegue ese momento?

Asimilar que la vejez llegará, con los respectivos retos que implica ,quizá no es un tema del cual los hispanos están acostumbrados a tratar en las reuniones con sus seres queridos, pero es hora de ir cambiando esa mentalidad.

Con el transcurrir de los años llega la sabiduría y es importante plantearse los escenarios posibles para que el impacto del envejecimiento en nuestra vidas sea lo más llevadero posible.

Recurrir a organizaciones como AARP, por ejemplo, que se enfocan precisamente en preparar al segmento de la población para la edad dorada, puede servir de guía para proyectarse hacia más adelante.

También estados como Nueva York o California cuentan con agencias que atienden las necesidades de los adultos mayores y proveen herramientas de ayuda.

Pero lo más importante es empezar a tomar medidas antes de que llegue ese momento. Desde contemplar hábitos saludables o hasta abrir una cuenta IRA pueden marcar la diferencia.

Y si de atención médica se trata, un sondeo reciente entre votantes reveló que un gran porcentaje de electores admitió no haber completado los pasos de planificación anticipada de cuidados de salud para asegurar que puedan recibir los cuidados para el fin de vida que coincidan con sus prioridades y preferencias personales.

Los adultos mayores también enfrentan los altos costos de los asilos. Un reporte de la aseguradora Gen-
worth citado en un artículo del New York Times explica que la mitad de las instalaciones de vida asistida del país cuestan al menos 54,000 dólares al año. Muchas familias no pueden darse ese lujo porque sus ingresos apenas les alcanzan para llegar a fin de mes.

Ante este panorama, los gobiernos locales, estatales y federal también tienen que tomar cartas en el asunto para no dejar a su suerte a los adultos mayores. Tiene que haber alternativas para quienes llegan a la jubilación. No puede ser que lo poco que reciben –en el mejor de los casos– no alcance a cubrir sus necesidades mínimas.

Casi el 20% de las personas de 65 años encuestadas para un reporte del KFF Health News informaron tener dificultades con una o más tareas diarias básicas. De ellos, muchos no recibían ningún tipo de ayuda.

Insistimos, hay que hablar de la vejez en las resoluciones de Año Nuevo. Hay que planificar antes de que sea demasiado tarde.

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