Dunkin’ Donuts enfrenta juicio por $5 millones por discriminar a quienes toman leche vegetal

La cadena cobra hasta $2.15 dólares más por alternativas como leche de soja, almendra o avena, lo que podría ser considerado discriminación contra los intolerantes a la lactosa

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Según la demanda, no hay una diferencia significativa en los costos de producción entre la leche convencional y las alternativas no lácteas.  Crédito: pancha.me | Shutterstock

La cadena de cafeterías Dunkin’ se encuentra en el ojo del huracán legal tras una demanda que reclama $5 millones de dólares por un supuesto trato desigual hacia los consumidores con intolerancia a la lactosa.

La controversia surge debido a un cargo adicional que la empresa aplica al utilizar leche no láctea en sus bebidas.

Presentada el 26 de diciembre, la demanda sostiene que Dunkin’, con ingresos de $250 millones entre 2018 y 2023, ha generado grandes ganancias al ofrecer un menú con precios elevados para aquellos clientes que no pueden o prefieren no consumir leche tradicional.

El litigio alega que la cadena cobra hasta $2.15 dólares adicionales por alternativas como la leche de soja, almendra o avena.

Los abogados de los diez demandantes, algunos con intolerancia a la lactosa y otros con alergias a la leche, argumentan que este sobreprecio constituye una discriminación que infringe la Ley de Estadounidenses con Discapacidades.

Según la demanda, no hay una diferencia significativa en los costos de producción entre la leche convencional y las alternativas no lácteas que justifique dicho recargo.

Al mismo tiempo, Dunkin’ ofrece adaptaciones como el cambio a leche entera o desnatada sin cobrar una tarifa adicional.

En la demanda también se menciona que la empresa no cobra de más en bebidas descafeinadas o sin azúcar para personas que sufren de hipertensión o diabetes.

Los abogados de los demandantes alegan que este recargo no solo viola la legislación federal, sino también diversas leyes estatales contra la discriminación, considerando que la intolerancia a la lactosa y las alergias a la leche se clasifican como discapacidades.

La intolerancia a la lactosa se produce en individuos cuyos intestinos no generan suficiente enzima lactasa para descomponer el azúcar lácteo, mientras que las alergias a la leche pueden provocar reacciones inmunológicas atípicas.

Para estas personas, el uso de alternativas no lácteas en sus bebidas no es una opción, sino una necesidad para evitar efectos adversos para la salud.

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