Nikki se va como dama de hierro

Donald Trump y Joe Biden volverán a verse las caras en las elecciones de noviembre

Nikki Haley se retiró de las primarias republicanas.

Nikki Haley se retiró de las primarias republicanas. Crédito: Richard Ellis | EFE

Con la renuncia de Nikki Halley a la campaña presidencial por los republicanos perdemos un poco las mujeres votantes y las inmigrantes que en el futuro esperan elegir o ser elegidas

Aunque Nikki se va como una dama guerrera, como la señora que ha sido en los cargos públicos que ocupó ante la ONU y en la gobernación de Carolina del Sur, luchó hasta que las matemáticas electorales le dijeron que no va más, porque no ganó los delegados que necesitaba para disputarle la elección a su exjefe Donald Trump.

Tras los resultados del “Super martes” en 16 elecciones de 15 estados y territorios estadounidenses, la exembajadora ante las Naciones Unidas reconoce su derrota y con gallardía dice adiós, no sin antes dejarle tremenda tarea a su rival. 

De manera inteligente ella trató de mantenerse en la contienda con la esperanza de que los procesos judiciales o la Corte Suprema confirmaran que estaba inhabilitado para volver a la Casa Blanca, pero muy claro le advierte que, como ella no logró derrotarlo, es él quien deben llevar las riendas del partido republicano para lograr la unión de fuerzas de todos los sectores, inclusive los opositores.

Le recuerda que como candidato o presidente debe evitar que los odios sigan dividiendo como amenaza a la primera potencia del mundo y ser claro en la campaña para que no genere la imagen de querer ser un dictador que genera caos si tiene que dejar la Casa Blanca.

Y con fortaleza le recordó, a Trump y a los votantes, que necesitamos líderes para llevar a la nación hacia mejores rumbos en lo económico, político y social, púes ahora sólo hay seguidores en redes sociales, sin importar lo que dicen en internet.

Le recordó las palabras de la también controversial “Dama de hierro” ex primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher cuando decía “no sigas a la multitud, deja que la multitud te siga”.

Su discurso para decir adiós a quienes la apoyaron fue conciso y breve al reconocer que no hay duda y, en julio, Trump será nominado por segunda vez como candidato republicano a la presidencia.

Con esa frase abrió otro capítulo de los Estados Unidos, porque confirma que los eternos rivales: Donald Trump y Joe Biden volverán a verse las caras en las elecciones de noviembre; y será allí donde los hispanos volvemos a ser importantes en esta historia.  

Votar es un derecho que ganamos con la ciudadanía y un deber con quienes vienen en esa fila esperan su posibilidad de elegir el gobierno que a todos nos sirva, aunque por ahora no sea al mando de una dama.

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.

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