La crisis de la desinformación y malinformación

Los latinos aún carecen de acceso a información factible y precisa sobre el proceso electoral.

NALEO ha llevado a cabo campañas a favor de los derechos del votante.

NALEO ha llevado a cabo campañas a favor de los derechos del votante. Crédito: Daniel Ramírez/NALEO | Cortesía

Según las proyecciones del Fondo Educativo NALEO, al menos 17.5 millones de Latinos ejercerán su derecho al voto durante las elecciones presidenciales del 2024, representando un aumento del 6.5 por ciento sobre el nivel de participación en las elecciones del 2020 y de un 38 por ciento sobre la participación del 2016.

Los Latinos representarán por lo menos el 11 por ciento del electorado general en las elecciones de este año. Pero, ya que ha terminado el Mes de la Herencia Hispana y con el día de las elecciones cada vez más cerca, queremos llamar la atención sobre el creciente desafío que representan  la información errónea, la desinformación, y la información maliciosa (conocidas como MDM por sus siglas en inglés) y cómo estas afectan la participación política de los latinos.

Gracias a varios estudios de investigación y varias décadas de experiencia sabemos que los latinos aún carecen de acceso a información factible y precisa sobre el proceso electoral. Por ejemplo, el 82.8 por ciento de las más de 4,500 llamadas a la línea de información y asistencia del Fondo Educativo NALEO entre el 1 de julio y el 7 de octubre de este año acerca del proceso electoral trataban de preguntas básicas, por ejemplo, el proceso para registrarse para votar. Además, la organización publicó recientemente una encuesta de votantes latinos registrados en California, según la cual el 21 por ciento de los encuestados cree que puede votar por Internet en las próximas elecciones. 

Este problema estructural es exacerbado por la difusión de la información falsa relacionada con las elecciones, que pueden disminuir la confianza de la comunidad en la administración electoral y reducir la participación de la comunidad.

La comunidad latina no es singularmente vulnerable a la difusión de las narrativas falsas, pero posee varios rasgos de riesgo. En primer lugar, la comunidad tiene una presencia significativa en el internet y confía en las plataformas de medios sociales para el consumo de noticias. Un estudio realizado este año por el Center for Social Media and Politics de la Universidad de Nueva York reveló que el 57 por ciento de los encuestados afirmaba recibir noticias a través de las redes sociales.

El mismo estudio encontró que ese número crece hasta el 74 por ciento cuando se trata de personas que consumen contenido de noticias en español. Dado que las empresas de redes sociales siguen teniendo dificultades para moderar contenido en idiomas que no son el inglés, sabemos que este problema afecta de una manera importante a la comunidad Latina.   

Segundo, muchos Latinos utilizan plataformas con tecnología encriptada, lo cual impacta la habilidad de las compañías de redes sociales y otros individuos a moderar el contenido que se comparte a través de estas. Plataformas como WhatsApp y Telegram, ofrecen mensajería privada entre sus usuarios y son comúnmente utilizadas por la comunidad Latina en los Estados Unidos para comunicarse con seres queridos fuera del país. 

Los líderes Latinos interesados en combatir la difusión de narrativas falsas pueden tomar varias acciones para abordar este desafío. Ellos pueden usar sus propias plataformas para promover información sobre recursos de alfabetización mediática, servicios de verificación de información o factchecking y herramientas de inoculación que pueden ayudar a crear resistencia dentro de la comunidad contra la información falsa. Existen recursos de alfabetización mediática, como MediaWise y PEN America, los cuales ofrecen herramientas en español e inglés que enseñan a distinguir entre la información verídica y la información falsa. Los líderes comunitarios también pueden amplificar las voces de mensajeros confiables dentro de la comunidad Latina.

Una encuesta reciente de votantes Latinos registrados de California concluyó que el 91 por ciento de los encuestados identificaron a enfermeras, médicos, y otros profesionales de la medicina como mensajeros confiables y el 83 por ciento reportó que confía en los profesionales de educación como maestros, profesores universitarios, y educadores locales.

Los líderes latinos también pueden compartir herramientas de verificación de información o fact-checking con sus constituyentes o demás miembros de la comunidad para darles la posibilidad de verificar la información que encuentran en las redes sociales y en otros lugares, estas incluyen Factchequeado, El Detector de Univisión, o TVerifica de Telemundo. Finalmente, los líderes comunitarios que ocupan posiciones electas o designadas pueden promover políticas para llamar la atención a este problema y proporcionar herramientas a sectores más amplios de la población por medio de medidas legislativas o de presupuesto.

Ninguna de las alternativas descritas anteriormente sirve como una respuesta única a este desafío. Pero los esfuerzos cumulativos de líderes Latinos, en puestos electos o no, para abordar este problema es un gran paso en la dirección correcta. 

El legislador Christopher Rosario representa al distrito número 128 de la Cámara de Baja estatal de Connecticut, donde también ejerce de presidente adjunto de la cámara, y como miembro del Comité de Administración Gubernamental y Elecciones.

Arturo Vargas es el Director Ejecutivo (CEO) del Fondo Educativo NALEO, una organización nacional sin fines de lucro y no partidista que trabaja para fortalecer la democracia estadounidense promoviendo la plena participación de los latinos en la vida cívica y política.

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