Polémica en Argentina: asesinan a dos fans a la salida de un estadio tras partido
Andrés Bracamonte fue líder de la barra de Rosario Central por 25 años y sufrió al menos 30 atentados
Fans Rosario Central. Crédito: Gustavo Garello | AP
Dos fanáticos fueron asesinados el pasado sábado en la noche en las inmediaciones del Estadio Gigante Arroyito en Argentina. Los hinchas venían de disfrutar de un partido de la Liga Argentina entre Rosario Central y San Lorenzo.
El hecho fue confirmado por los efectivos de la policía y la fiscalía de la provincia de Santa Fe. De acuerdo con lo reseñado por la agencia de noticias AP, los asesinados no eran fanáticos comunes.
Se trataba de Andrés Pillín Bracamonte, de 53 años, reconocido jefe de la barra de Rosario Central desde hace varios años, y Daniel Rana Atardo, de 55 años, señalado como su principal colaborador.
¿Cómo fue el atentado?
Según reportes de las autoridades, los hinchas se trasladaban en una camioneta y fueron interceptados por otras dos personas que iban caminando y comenzaron a propinar múltiples disparos que los hirieron de gravedad.
Inmediatamente, testigos presenciales auxiliaron a los heridos que fueron llevados en otros vehículos a un hospital cercano donde finalmente perdieron la vida. Este hecho se generó muy cerca de las inmediaciones del recinto deportivo en el que minutos antes San Lorenzo había derrotado 1-0 a Rosario Central.
Una particularidad muy usual en Argentina debido a la violencia es que ese encuentro no contó con aficionados visitantes. ¿Qué quiere decir esto? Las autoridades presumen que se trata de un ajuste de cuenta entre fans del mismo equipo. O como se les conoce “barras bravas”.
Las barras bravas son grupos organizados de seguidores de equipos de fútbol que, además de apoyar a su equipo con cánticos y banderas, a veces se involucran en comportamientos violentos o conflictivos, tanto dentro como fuera de los estadios.
No era la primera vez que intentaban matarlo
Bracamonte había sobrevivido a varios ataques a balazos en los últimos años. El último fue el pasado 10 de agosto junto a su pareja mientras se trasladaban en moto en la ciudad de Rosario.
Además, este fan tenía negada la entrada al estadio por sus antecedentes con la justicia. De modo que disfrutó del partido en las inmediaciones del estadio.
Este hincha enfrentaba un juicio por supuesta violencia de género. Pedían dos años de prisión en su contra. También tenía antecedentes por asociación ilícita, extorsiones y lavado de dinero. Fue líder de la barra de Rosario Central por 25 años y sufrió al menos 30 atentados.
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