Los temores impulsan el precio del oro

El oro se considera una inversión segura porque su valor no está amenazado por la inflación.

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Crédito: Deutsche Welle

El precio del oro subió otro escalón y rompió este viernes (14.03.2025) por primera vez la barrera psicológica de los 3.000 dólares por onza, es decir, por cada 31,1 gramos. Desde principios de año, el precio del oro ya ha aumentado más de un 13 %.

La causa: cuando los tiempos son inciertos y las perspectivas de futuro se vuelven más sombrías, mucha gente teme por su dinero. Los inversores suelen reaccionar con el mismo reflejo: buscan inversiones a prueba de crisis. Y el oro conserva su valor por muy alta que sea la inflación, además de ser seguro durante las reformas monetarias e inmune a las fluctuaciones del tipo de cambio.

Londres es la plaza más influyente para el mercado del oro al contado, ya que alberga la sede de la London Bullion Market Association, que viene estableciendo el precio del mercado mundial para el comercio del oro desde 1919. Otros centros de negociación algo menos importantes son China, India, Oriente Medio y, también, Estados Unidos.

De nuevo, Trump

Es precisamente a Estados Unidos donde nos lleva la búsqueda de las causas del actual repunte del precio de los metales preciosos. Al igual que muchos otros especialistas, Frank Schallenberger, el experto en materias primas del Landesbank Baden-Württemberg (LBBW), tiene claro quién es su principal responsable.

La principal razón del aumento del precio del oro, afirma en entrevista con DW, es "sin duda la actual política arancelaria de Estados Unidos, que genera incertidumbre en los mercados financieros y, en consecuencia, el oro vuelve a ser demandado como 'puerto seguro'".

El analista de materias primas Carsten Fritsch, de Commerzbank, coincide, añadiendo nombre y apellido: "La principal razón del fuerte aumento del precio del oro es la incertidumbre en torno a la política arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump", dice.

Y explica a DW que "los factores habituales, como la evolución del dólar estadounidense y las expectativas sobre los tipos de interés, no han jugado un papel relevante en el actual aumento de precios".

Miedo en Internet

Los temores a una crisis mundial también se ven alimentados por especulaciones que no siempre son serias. Las predicciones del empresario estadounidense y autor de bestsellers Robert Kiyosaki, por ejemplo, circulan actualmente en varios portales de Internet.

Según su pronóstico, que ya tiene diez años, en 2025 se espera una "gran crisis económica". Recomienda "centrarse en la autosuficiencia y en las actividades empresariales" y, sobre todo, invertir "en oro, plata y Bitcoin".

Los economistas de Goldman Sachs, por el contrario, apuntan a los bancos centrales. El comercio del oro generalmente se orienta por los tipos de interés. Cuando están bajos, las inversiones en metales preciosos resultan especialmente rentables. Además, existen peculiaridades legales, como el sistema fiscal alemán, "que hace que las inversiones en activos físicos estén libres de impuestos después de doce meses".

Los bancos centrales buscan oro

Hay muchos interesados ​​en el oro: particulares que quieren poner sus ahorros a salvo, inversores institucionales que ya no generan rendimientos significativos y quieren invertir su dinero en metales preciosos, e incluso las economías nacionales. Según el economista Fritsch, del Commerzbank, los bancos centrales pueden haber "apoyado el aumento de precios" mediante compras masivas de oro.

Las preocupaciones sobre el riesgo de sanciones financieras suelen ser un motivo para que los bancos centrales compren oro. Esto también se aplica a los países emergentes. Existe la preocupación de sufrir particularmente perturbaciones en el comercio mundial o de verse envueltos en conflictos entre países económicamente más fuertes. Según Goldman Sachs Research, las compras de oro en estos países han aumentado significativamente como resultado de las sanciones tras la invasión rusa de Ucrania.

¿El final a la vista?

El Consejo Mundial del Oro (WGC), un grupo de presión de la industria minera del oro, pinta un panorama cautelosamente optimista del futuro cercano.

"Esperamos que los bancos centrales sigan marcando la pauta en 2025 y que más inversores inviertan en fondos cotizados en oro", declaró Louise Street, experta de WGC, a Manager Magazin. Sin embargo, "es probable que la debilidad en la joyería persista, ya que los altos precios del oro y el débil crecimiento económico reducen el poder adquisitivo de los consumidores".

El final del mercado alcista ya está a la vista, dice Frank Schallenberger. Seguramente pronto habrá una toma de ganancias. "A medida que avance el año, la demanda relativamente débil de joyas y una ligera disminución en la demanda de monedas y lingotes, así como en las compras de oro por parte de los bancos centrales, probablemente harán que los precios del oro caigan nuevamente", predice el experto de LBBW a DW.

Su colega Carsten Fritsch, del Commerzbank, también pronostica el fin del boom. De ello se encargará la caída de la demanda de oro en China e India, que se frenará notablemente en este contexto de nivel récord de precios. Puesto que "estos dos países juntos representan más de la mitad de la demanda privada de oro", anota.

Los bancos centrales desempeñarán un papel igualmente decisivo a medio plazo, agrega: "Dado que las bajadas de las tasas de interés están llegando a su fin, es probable que el precio del oro pronto carezca de otro de sus soportes importantes".

(lgc/rml)

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