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Dos jóvenes hispanas ayudaron a salvar niñas en campamento durante el desastre en Texas: “Fue algo muy feo”

Silvana Garza y María Zárate trabajaban como consejeras cuando golpeó una fuerte tormenta, provocando inundaciones repentinas que arrasaron parte del campamento

Dos jóvenes hispanas ayudaron a salvar niñas en campamento durante el desastre en Texas: “Fue algo muy feo”

Las jóvenes consejeras organizaron actividades para distraer a las niñas Crédito: Rodolfo Gonzalez | AP

Silvana Garza y María Paula Zárate, dos jóvenes mexicanas de 19 años, se convirtieron en protagonistas tras el desbordamiento del río Guadalupe, que afectó gravemente un campamento cristiano para niñas en Hill Country, Texas.

Ambas trabajaban como consejeras cuando una fuerte tormenta golpeó la zona la madrugada del viernes, provocando inundaciones repentinas que arrasaron parte del campamento.

Las jóvenes estaban en sus cabañas, acompañadas por las niñas a su cargo, cuando a la 1:00 de la madrugada comenzó a llover intensamente. “A las tres de la mañana se fue la luz en todo el campamento. Las niñas estaban asustadas y nosotras tuvimos que calmarlas”, contaron a NMás.

A lo largo del día, las lluvias continuaron y las autoridades del campamento informaron que la sede principal del campamento había sufrido pérdidas casi totales. Las niñas evacuadas de esa área fueron llevadas al comedor principal, lo que obligó a las demás a permanecer en las cabañas.

Con la incertidumbre en el ambiente, las jóvenes consejeras organizaron actividades para distraer a las niñas, como hacer carteles de bienvenida para las recién llegadas, recolectar ropa para donar, jugar y cantar. Mientras tanto, por las ventanas podían observar el agua lodosa cubrir el área del río, arrastrando ramas, objetos y escombros.

“Nosotras tuvimos que poner una cara fuerte. No podíamos dejar que las niñas vieran lo mal que estaba todo”, relataron.

Un letrero de Camp Mystic a orillas del río Guadalupe. Foto: Julio Cortez / AP

En medio del caos, comenzaron las evacuaciones en helicóptero. A las consejeras se les pidió preparar a las niñas por si también debían ser evacuadas: les pusieron gafetes con sus nombres, les escribieron información de contacto en la piel y las ayudaron a empacar una mochila con lo esencial.

Aunque no sabían si ellas mismas serían evacuadas, mantuvieron la calma y la organización.

Silvana y María Paula contaron que no lograron comunicarse con sus familias sino hasta entrada la noche, cerca de las 9:00 de la noche, ya que sus teléfonos estaban guardados en oficinas a las que no podían acceder. Durante todo el día circularon versiones de que algunas niñas estaban desaparecidas.

“Nos dijeron que había 25 niñas perdidas, que dos habían sido halladas vivas en otro campamento cercano, y que había un adulto desaparecido”, explicaron. Hasta ese momento, no se les había informado de víctimas fatales.

Ambas jóvenes reconocen que fue una experiencia extremadamente dolorosa. “Fue algo muy feo. Una situación horrible que nadie se esperaba. Pero hicimos lo que estaba en nuestras manos para mantener a las niñas a salvo y tranquilas”, afirmaron.

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