Las siete marcas más desafiantes en los Juegos de Río de Janeiro
De Bob Beamon a Usain Bolt: pasado y presente de los genios irrepetibles
![El estadounidense Bob Beamon 'voló' en la altura de México para dejar su 8,91 mts en salto largo.](https://eldiariony.com/wp-content/uploads/sites/2/2016/08/beamon-e1470200597422.jpg?resize=480,270&quality=80)
El estadounidense Bob Beamon 'voló' en la altura de México para dejar su 8,91 mts en salto largo. Crédito: Douglas Miller | Getty Images
No hay imposibles en el sueño olímpico. Aunque así lo parece, por todas las veces en las que los héroes tienen que recorrer un camino empedrado de grandes retos. Algunos de estos desafíos los dicta el reloj, otros la milimetría de las distancias, pero todos invariablemente se someten a la mirada escrutadora de la historia.
Desde el 5 y hasta el 21de agosto, en Río de Janeiro, los genios de hoy tendrán que mirarse las caras frente los héroes de otro tiempo.
Estas siete marcas, las más inquietantes que por muchas razones se pueden robar la atención en la cita más grande del deporte mundial.
Desde el salto irrepetible de Bob Beamon en la altura de México, que resiste el paso del tiempo y se convierte en la marca más añeja del atletismo; pasando por una ignota Nadezhda Olizarenko, una rusa reina de los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Moscú a la que su marca inborrable de 1:53:43 segundos mantiene vigente, hasta el genial Usain Bolt, que enfrenta su tercera Olimpiada con la opción de ganar tres veces oro en 100 metros, 200 y relevo corto, mientras trata de vencer sobre sí mismo con los récords olímpicos y mundiales de 100 y 200 metros planos.
Usain Bolt corre para la historia y contra su propio genio
El mejor velocista de la historia deja siempre la sensación de que gana sin esforzarse. Esta vez corre contra sus propias marcas y todo indica que su 9″63”’ de Londres 2012, en 100 metros, va a caer en Río 2016 por debajo de su récord mundial de 9″58”’ impuesto en Berlín en 2009. Para los 200, su 19″30”’ de Beijing está destinado a sucumbir ante el peso del 19″:19”’ que tiene como récord mundial.
El salto fantasma de Bob Beamon desafía el paso de 11 Olimpiadas
Algo tendrá más allá de la leyenda el mítico 8.90 metros de Bob Beamon en salto de longitud, logrado en los Juegos Olímpicos de México para que después de 11 Juegos siga incólume. Después de haber perdido su categoría de marca mundial en 1991 cuando Mike Powell lo borró de un solo golpe con su 8.95 en los mundiales de Tokio, todos pensaron en su pronta “muerte” como récord olímpico. Greg Rutherford, campeón olímpico y mundial vigente vuelve a ser favorito con un modesto 8.41, mientras que Bob Beamon vuelve a reír.
El enigma de los 3,000 metros con obstáculos
Con el hambre que devoran marcas en las distancias medias, los atletas africanos, es muy extraño que el 8:05:51 impuesto por Julius Kariuki de Kenia, en los Juegos Olímpicos de Seúl ’88, siga siendo marca olímpica. Para esta cita en Río de Janeiro es previsible que Paul Kipsiele Koech, de Kenia (7:54:31), y Ezekiel Kemboi (8:18:56), medallista olímpico de Londres 2012, peleen por lo más alto del podio y por una nueva marca.
Yelena Isinbayeva, una testigo de su leyenda
Yelena Isinbayeva queda marginada de repetir sus hazañas de 2004 y 2008, cuando ganó el oro olímpico. Después de ganar bronce en Londres 2012 su estrella ha venido a menos, pero su marca olímpica de 5.05 en salto con garrocha sigue intocable desde 2008 y es poco probable que la cubana Yarisley Silva (4.91) sea capaz de dar el salto de calidad para romper el récord de la más grande pertiguista de la historia.
A Nadehzda Olizarenko no le pasa el tiempo
Nadehzda Olizarenko tiene el privilegio de poseer la marca más antigua del atletismo femenino en una cita olímpica. En los Juegos de Moscú ’80 y tras el veto de EEUU y sus aliados, Olizarenko dejó un impresionante 1’53″43”’ para los 800 metros. La actual medallista olímpica Mariya Savinova, también de Rusia, tiene 1’56”19”’ como su mejor marca, pero está muy lejos de inquietar a la señora Olizarenko.
Para Johnson, Atlanta queda muy cerca
Michael Johnson fue la figura más dominante en los 200 y 400 metros en la década de los 90. Su tiempo de 43:18 en 400 metros, en los mundiales de Bruselas, es el récord mundial vigente y su 43:49 logrado en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996 siguen como marca olímpica. Expertos estiman que LaShawn Merritt (43’65”) y Wayde van Niekerk (43’48”) podrían derrumbar una marca que empieza a hacerse añeja.
Florence Griffith sigue sin respuesta en 100 y 200
Desde el verano de 1988, la velocista californiana hace más grande su leyenda. Su 10’54” en 100 metros logrados en Seúl ’88 para ganar el oro y su enorme 21’34” en los 200 la consagraron como la reina de aquellos Juegos Olímpicos. Las dos marcas parecen a salvo en estos Juegos, aunque el 10’74’‘ de Shelly-Ann Fraser y Englis Gardner en el hectómetro dan esperanzas de que por fin batan una de sus marcas.