Pérdida de viviendas afecta salud en El Barrio
La rápida desaparición de residencias asequibles en este popular vecindario de Manhattan tiene un impacto negativo en el bienestar general de sus residentes
Perder sus hogares, debido a la imposibilidad de poder pagar las rentas cada vez más altas, no sólo causa gran estrés, ansiedad y preocupación entre los residentes del East Harlem. Este desplazamiento también ha provocado un aumento en los problemas de salud crónicos que afectan a los vecinos de este popular vecindario del Alto Manhattan.
Un nuevo reporte dado a conocer este martes por el New York Academy of Medicine (NYAM), muestra el impacto negativo que sobre la salud física y mental de los residentes tiene la rápida desaparición de viviendas asequibles en el East Harlem, conocido por muchos como “El Barrio” por su gran cantidad de habitantes latinos.
Esto lo conoce muy bien María, una mexicana que varias veces ha estado a punto de perder el departamento donde ha vivido por más de 11 años, debido a los constantes acosos e intentos de desalojo por parte de su casero.
“El dueño nos ha subido mucho la renta y nos ha querido sacar del departamento desde hace mucho tiempo. Estamos preocupados y estresados, porque si nos sacan ¿dónde nos vamos a meter? No tenemos a donde ir”, dijo con angustia la mujer de 40 años, quien emigró desde el estado de Puebla en 1995 y ahora vive en la calle 108 y la Avenida Madison.
Según el estudio del NYAM llamado: “East Harlem Neighborhood Plan Health Impact Assessment Connecting Housing Affordability and Health” –el primero realizado en ese vecindario y el segundo llevado a cabo en la historia de la Gran Manzana–, el East Harlem es uno de los vecindarios más pobres de la ciudad de Nueva York y uno de los que enfrenta las peores condiciones de vivienda.
Se estima que allí se han perdido más de 2,000 unidades de viviendas asequibles desde 2011 y los pronósticos aseguran que se podrían perder otras 6,817 más en los próximos 10 años.
Pero la pérdida de domicilios y los desalojos no son el único problema de El Barrio. Es muy bien sabido que en el área de East Harlem los residentes, que tienen uno de los ingresos anuales más bajos de la ciudad, viven hacinados en viviendas precarias y mal cuidadas.
“Las ventanas de la cocina están muy malas y se están cayendo hacia la calle, pero el dueño no las quiere arreglar. En el baño se están cayendo las baldosas y el dueño sólo aumenta la renta sin querer arreglar las cosas”, se quejó María.
Tras haber vivido por más de una década en el sector, la madre de una joven de 19 años y un niño de 13, ha visto con preocupación los cambios que la gentrificación han traído a su vecindario.
“Por aquí en donde yo vivo nos quieren sacar y meter a gente blanca que pueden pagar más dinero que los mexicanos, porque lo que nosotros estamos ganando no es suficiente para pagar esto”, se quejó la mujer.
Efectos muy negativos
De acuerdo a los análisis realizados por la NYAM en el East Harlem, el estrés relacionado con los desplazamientos, desalojos y la pérdida permanente de la vivienda asequible pueden tener una serie de efectos muy negativos para la salud.
“Los residentes del East Harlem ya están enfrentando un número de desigualdades existentes en el área de la salud, por ejemplo, la esperanza de vida en esa comunidad es 9 años menos que en otros barrios de Manhattan; tienen las tasas más altas de la ciudad de Nueva York en asma, diabetes, obesidad, ataques al corazón, hipertensión, mortalidad infantil y Sida”, dijo la doctora Jo Ivey Boufford, presidenta de la NYAM.
Esto coincide con el reporte más reciente realizado por el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York (DOHMH), conocido como “Community Health Profile”, que pone de relieve las desigualdades existentes en el área de la salud y la carga desproporcionada de enfermedades crónicas que enfrentan los residentes de El Barrio cuando se compara con otros vecindarios de Manhattan y la ciudad de Nueva York en general.
Por otra parte, el reporte de la NYAM, también asegura que el aumento en el precio de los alquileres y la mala calidad del ambiente interior de las viviendas, resulta en una carga que afecta negativamente a la salud porque hay más probabilidad que sus residentes pospongan sus cuidados médicos debido a que el dinero sólo les alcanza para pagar la renta.
“Mi esposo estaba sano pero comenzó a sufrir de diabetes hace como tres o cuatro años y sólo se la puede controlar gracias a los medicamentos que le proveen en una clínica comunitaria del sector que es gratuita”, comentó María.
Otros datos preocupantes revelados por el estudio señalan que los bajos ingresos de los residentes de East Harlem están asociados con inactividad física, mala alimentación, obesidad en adultos, depresión y tasas más altas de hospitalizaciones relacionadas con el abuso de alcohol y las drogas, así como mortalidad prematura.
La doctora Jo Ivey Boufford indicó que esperan que el reporte de la NYAM sirva como una herramienta útil dentro del plan “Affordable Housing Plan”, anunciado por el alcalde Bill de Blasio en 2014, que bajo una inversión de $41,000 millones busca construir o preservar 200,000 unidades de viviendas asequibles en los cinco condados de la Gran Manzana en los próximos 10 años.
“En el East Harlem estamos considerando activamente las políticas, los programas y las inversiones importantes para el futuro de nuestra comunidad, y damos gracias a la Academia de Medicina de Nueva York por evaluar los amplios impactos sobre la salud de los cambios propuestos y garantizar mejoras a largo plazo para los residentes locales”, dijo la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, quien representa al sector de El Barrio y quien creó el East Harlem Neighborhood Plan, para informar a los residentes del área sobre los planes de rezonificación propuestos por De Blasio.
La radiografía económica tampoco es favorable
En East Harlem viven casi 130,000 de los 8.5 millones de habitantes de la ciudad de Nueva York y en general es gente muy joven. Según el Departamento de Salud el 22% de ellos tienen menos de 17 años y el 32% entre 25 y 44. Pese a que la mayoría está en edad de trabajar, los esfuerzos que ponen en ello no les reportan grandes ingresos porque la media por hogar es de $31,380 anuales.
En buena medida es porque el 26% tiene un nivel educativo por debajo del que se consigue en el high school. Eso limita no sólo el número de empleos a los que pueden acceder, sobre todo cuando el uno de cada cinco residentes no habla bien el inglés, sino también la calidad de los empleos.
En el resto de la isla de Manhattan, la media de ingresos es de $76,185.
Con estas cifras, en este vecindario en el que el 5o% de los residentes son hispanos, la tasa de pobreza se dispara hasta el 36% de la población total de este vecindario, el doble que en el resto de Manhattan. El 11% de las personas están desempleadas.
La mitad de los vecinos de esta área necesitan vivir en apartamentos públicos o subsidiados para pagar una renta media de $1,995 mensual. En el resto de la ciudad el 16.4% necesita esta asistencia cuando las rentas fluctúan alrededor de los $2,800 mensuales.
Spanish Harlem
Ubicado en la esquina noreste de Manhattan, con límites geográficos que van desde la calle 96 hasta la 142 y desde la Quinta Avenida hasta el East River, al vecindario del East Harlem también se le conoce como “El Barrio” o el “Spanish Harlem”. Ello se debe a que a partir de 1898, cuando Puerto Rico se convirtió en territorio de Estados Unidos, los puertorriqueños comenzaron su migración hacia Nueva York. Esa “gran migración” siguió durante y después de la Segunda Guerra Mundial y muchos boricuas decidieron asentarse en el East Harlem. En 1950, la población de puertorriqueños en el East Harlem alcanzó 210,000, con una densidad de 142,000 personas por milla cuadrada en comparación a 89,091 personas por milla cuadrada en Manhattan. Hoy en día muchos puertorriqueños han dejado la zona y se ha visto una gran migración de mexicanos.