En busca del tilacino: ¿sigue vivo el tigre de Tasmania?

Un equipo de científicos se ha propuesto resolver de una vez por todas uno de los mayores enigmas de la criptozoología: encontrar un lobo marsupial vivo en las llanuras de Tasmania.

Tilacino, lobo marsupial, tigre de Tasmania, tilacín…son varios los nombres con los que se conocía a esta especie de mamífero marsupial comúnmente asociada, tristemente, a la extinción masiva de especies animales en tiempos modernos. Y es que el tilacino fue declarado oficialmente extinto en 1936, cuando el último ejemplar vivo del que se tenía constancia murió en el zoo de Hobart. Un lamentable ejemplo de cómo la caza masiva y la implacable acción del ser humano puede exterminar completamente especies enteras si no es capaz de hallar un equilibrio con la naturaleza.

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Curiosamente, poco después de que esta majestuosa criatura fuera declarada desaparecida, historias y testimonios de numerosas personas comenzaron a circular apuntando a supuestos avistamientos del tilacino en plena naturaleza, todavía caminando sobre nuestro planeta y habiendo escapado a su tan asumida extinción.

Esta imagen icónica del Sr. Weaver posando junto a un tilacino puede haber sido tomada por Víctor Prout en Tasmania a finales de 1860. Wikipedia

Durante décadas muchos han mantenido la esperanza de que el lobo de Tasmania pudiera seguir vivo en su hábitat natural, eludiendo hábilmente cualquier registro fotográfico para continuar su existencia a caballo entre el mito y la realidad. El animal se convirtió poco a poco en un icono de los criptozoólogos más dispuestos a redescubrir especies teóricamente extintas antes que en intentar localizar otras nuevas.

También conocidos como lobos zebra de Tasmania. Estos ejemplares pertenecían al Zoológico Nacional, en Washington, en 1902. Fotografía de Baker; E.J. Keller. Smithsonian Institution. 1904.

Ahora, dos académicos han decidido investigar a fondo la posible supervivencia de este enigma. Para ello, el profesor Bill Laurance y la Dra. Sandra Abell de la James Cook University colocarán 50 cámaras “trampa” escondidas en una amplia región del Cabo de York, un área donde comúnmente se ha reportado la presencia de supuestos tigres de Tasmania. Su esperanza, afirman, es poder captar por sorpresa al animal.

Tilacino disecado. Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Wikipedia

El estudio tiene un enfoque claramente optimista: los investigadores afirman que, aun en el caso de no hallar pruebas de la existencia de esta criatura, sí podrían encontrar información útil para el estudio de otras especies ya conocidas pero poco estudiadas de la región.

Sólo el tiempo dirá si el escurridizo tilacino volverá a dejarse retratar algún día por un vídeo aficionado o si, por el contrario continuará vivo tan sólo en nuestra memoria colectiva como un triste recordatorio del daño que el ser humano puede ocasionar al reino animal.

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