Justin Turner: octubre legendario y al rojo vivo
El tercera base de los Dodgers construye su leyenda en la pelota de octubre y ayuda a Clayton Kershaw a darle forma a la suya
“Cuando jugaba con los Mets de Nueva York sólo trataba de sobrevivir”, dijo Justin Turner la noche del martes luego del juego más importante de su carrera. “Sólo buscaba tener buenos turnos al bate“.
El relato suena crudo y realmente lejano. El pelirrojo originario del sur de California, quien fue un desecho en otros tiempos está teniendo un octubre legendario.
Nueve días después de haber conectado un jonron que propiamente noqueó a los Cachorros de Chicago en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Turner fue el héroe del juego 1 de la Serie Mundial el martes contra Houston.
El tercera base se voló la barda frente al pitcher Dallas Keuchel para quebrar un empate de 1-1 en el sexto inning. Los Ángeles ganó 3-1 en un día de mucho calor (103 grados F cuando empezó el partido). Pero a pesar de la temperatura récord en Clásico de Octubre, no hay nada más caliente en este momento que el bate de Turner.
Antes, otro jugador de los Dodgers había bateado jonron. Chris Taylor conectó el primer lanzamiento del juego de Keuchel y estuvo cerca de sacar la pelota del estadio, literalmente.
Al igual que Turner, Taylor fue un utility que no tenía rumbo fijo. Todavía en 2016 navegaba entre el equipo grande y las sucursales de los Marineros de Seattle. Los Dodgers le vieron algo especial y lo adquirieron en un cambio al que nadie le puso atención.
Tras vencer a Chicago, Turner y Taylor fueron nombrados los Más Valiosos. Y ya en la Serie Mundial siguen produciendo.
“Creo que hay una pieza especial de ADN en ellos dos”, dijo el manager Dave Roberts. “Ellos se preparan de la manera correcta, ellos creen en sus habilidades. Y ahora, te acuerdas de aquellos años y luego los ves bateando 1 y 2 en la Serie Mundial y es su mérito”.
Turner impuso el martes un nuevo récord de los Dodgers con 14 carreras producidas en una postemporada. Además, se ha embasado en 24 de sus últimos 25 juegos de playoffs y su porcentaje de veces que se pone a bordo en postemporada es de .473 en su carrera. Solamente el inmortal Lou Gehrig tuvo uno más alto con al menos 75 apariciones oficiales con .483.
Los Dodgers de 1988 ganaron el campeonato contra viento y marea y necesitaron de toda una gesta de Kirk Gibson y de que el pitcher Orel Hershiser se arrancara el brazo. Estos Dodgers son dominantes porque tienen muchos componentes que contribuyen. Pero en algo que si se parecen a los de hace 29 años es que tienen el mejor pitcher abridor.
Clayton Kershaw brilló en su debut en Serie Mundial con 7 innings en 3 hits, 1 carrera y 11 ponches. El zurdo es apenas el segundo lanzador de la historia en ofrecer un juego de 11 ponches y cero bases por bolas. El primero fue Don Newcombe, de los Dodgers de Brooklyn en el juego 1 de 1949.
Aquellos problemas de Kershaw en octubre son un recuerdo.