México deja en tierra los Boeing MAX 737-8 y 737-9
La decisión se tomó tras el fatal accidente en Etiopía que dejó 157 muertos
MÉXICO – Las autoridades mexicanas decidieron suspender, hasta nuevo aviso, las operaciones internacionales y domésticas de los aviones Boeing MAX 737-8 y 737-9, informó la Dirección General de Aeronáutica Civil.
La decisión ha sido tomada con base en la información disponible de autoridades aeronáuticas internacionales, señaló esta entidad oficial en un comunicado de prensa.
La autoridad mexicana aeronáutica “considera necesaria la aplicación de acciones que garanticen la seguridad y confianza de los usuarios que utilizan las aeronaves en nuestro espacio aéreo”, explicó.
Diversas compañías de aviación y autoridades de aeronáutica en el mundo ya han manifestado su posición de mantener en tierra a este tipo de aviones, añadió.
Confirmó que estará atenta para dar seguimiento a las disposiciones técnicas que se emitan por parte del fabricante y por la Federal Aviation Administration (FAA), Autoridad Aeronáutica de Estados Unidos.
La medida del estado mexicano siguió a tomada el lunes pasado por la compañía Aeroméxico de suspender temporal las operaciones de sus seis aviones Boing MAX 737-8 hasta tener información contundente sobre el accidente aéreo ocurrido en Etiopía el pasado domingo, que dejó 157 muertos.
“La seguridad de sus operaciones y la tranquilidad de los clientes es lo más importante”, explicó Aeromexico.
Con esta medida, la compañía mexicana se suma a otras líneas aéreas que han decidido suspender el uso de los modelos de avión Boeing MAX 737-8 tras los dos accidentes de aparatos de este tipo que han ocurrido en los últimos seis meses.
El MAX 737 es uno de los principales modelos de la empresa estadounidense Boeing, que en la actualidad, la firma tiene más de 5.000 pedidos de 100 clientes de todo el mundo y ha entregado 330 unidades.
Las investigaciones de ese suceso apuntaron que entre los varios factores que provocaron la caída del aparato se encontraba un sistema automático, denominado MCAS, que bajo determinadas circunstancias inclina hacia abajo el morro del avión.
A la espera de los datos definitivos en la sesión de este miércoles, Boeing habría perdido en tres días cerca de $33,000 millones de dólares en Wall Street, después de caer hoy más de un 2 %.