Hoy se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fuente de vida en el planeta
Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, que cubren alrededor de dos tercios de la superficie de la Tierra
Los océanos son los pulmones de nuestro planeta, que generan la mayoría del oxígeno que respiramos.
Los mares generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben una gran cantidad de las emisiones de carbono, ofrecen comida y nutrientes, regulan el clima, y son económicamente importantes para los países que confían en el turismo, la pesca y otros recursos marinos para sus ingresos. Además, son la espina dorsal del comercio.
Los océanos son hogar de 200.000 especies, pero están altamente afectados por las actividades humanas.
— BBC News Mundo (@bbcmundo) June 8, 2019
Hoy, 8 de junio, se conmemora el Día Mundial de los Océanos, lo que nos sirve de excusa para recordar la importancia de protegerlos. pic.twitter.com/8ddpK06GtR
La existencia de agua es lo que permite que la Tierra sea el único planeta del Sistema Solar en el que existen formas de vida. Dada su enorme importancia, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó en el 2009 designar el 8 de junio como el Día Mundial del Ambiente.
El lema de este año para el Día es el de “Nuestros océanos, nuestro futuro” y está conectado con la celebración de la Conferencia de los Océanos, que se celebra del 5 al 9 de junio en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Acabar con la contaminación por plásticos
Actualmente, 13 millones de toneladas de plástico se filtran en el océano cada año, lo que provoca, entre otras daños, la muerte de 100,000 especies marinas cada año.
La Tierra es 97% agua. Cuidemos los océanos porque de eso depende la salud del planeta.
— Naciones Unidas (@ONU_es) June 6, 2019
El Día Mundial de los Océanos, el 8 de junio, se centra en la importancia que tiene la igualdad de género para que #SalvemosLosOcéanos https://t.co/8UtNmiCmgi pic.twitter.com/vwdFetE8WG
A pesar de que la mayoría de los plásticos se supone que quedan intactos durante décadas o siglos después de su uso, los que se deterioran acaban convirtiéndose en microplásticos, y los peces y otros animales marinos acaban consumiéndolos y pasan de esta manera a la cadena alimentaria mundial.