Crisis en Ecuador: El desprecio a los indígenas que sepultó una supuesta opción presidencial
NUEVA YORK.– Hace exactamente un año, en el marco de las fiestas por el 9 de Octubre en Guayaquil, el Gobierno propuso la construcción de un tren costero, que saliendo de esa ciudad, recorrería el perfil hasta la provincia de Manabí.
Siguiendo de cerca la evolución de esta propuesta del presidente Moreno y la coyuntura actual, podemos sacar algunas conclusiones. La más importante a ojos vista, la alianza del todopoderoso político guayaquileño Jaime Nebot y el presidente.
Del proyecto se habló en las primeras semanas y después quedó en carpeta…pero la gran verdad, lo que buscaba ese proyecto era apuntalar o consolidar el puerto de Posorja, que para nadie es un secreto, Jaime Nebot, es el principal inversionista. El puerto de Posorja, se construyó contra toda justificación técnica y conspirando contra las aspiraciones de desarrollo de Manabí.
El poder político de Nebot, dejó a los manabitas postergados con el Puerto de Transferencia, que debió ejecutarse en Manta, como lo aconsejaron los estudios: Puerto a mar abierto y ubicación estratégica única, por estar localizado en la parte más sobresaliente del Pacífico y en consecuencia, más cerca de la línea de navegación de comercio internacional.
En síntesis, del proyecto hoy nadie habla en el país, pero sí de Nebot y su imperdonable agravio a los indígenas, un error craso que lo sepulta y con él, a todos los que menosprecian la identidad de la mayoría de la población de Ecuador.
En el Ecuador del siglo 21 no cabe el menosprecio racista contra los indígenas. Nadie que los ofenda merece la más mínima opción de pretender dirigir los destinos del país, como tampoco tienen espacio, quienes lo secundan con su retórica de vergüenza, verdaderas cajas de resonancia de odio y discriminación.