De estrella de los diamantes a sepulturero: Así vive Andre Dawson la pandemia desde su funeraria
“Se ve mucho dolor y sufrimiento” relata el integrante del Salón de la Fama del béisbol
Desde hace 12 años, el expelotero Andre Dawson, miembro del Salón de la Fama, se ha acostumbrado a lidiar con la muerte todos los días en su faceta de propietario de una agencia funeraria en Florida; sin embargo, a raíz de la inesperada llegada del coronavirus se ha enfrentado a una realidad que nunca pensó ver.
Ataviado con tapabocas y guantes, además de rediseñar todos los protocolos sanitarios para prevenir que el servicio funerario se convierta en un riesgo para los deudos, Dawson ve pasar ante sí a víctimas de COVID-19 y el dolor que la pandemia le genera a sus familiares y amigos.
“Es muy triste”, dijo Dawson para la agencia AP. “La gente llora y se aflige de manera diferente, y no están pasando por ese proceso como lo harían en circunstancias normales. Se ve mucho dolor y sufrimiento”.
MLB Hall of Famer Andre Dawson opens up on how the coronavirus has impacted his job as a mortician.
— Yahoo Sports MLB (@MLByahoosports) May 1, 2020
“It's very sad.” ➡️ https://t.co/NIPoZMjZkO pic.twitter.com/nJKiqHCtfG
Dawson, de 65 años, forjó una exitosa trayectoria en los parques de béisbol que se extendió por 21 temporadas en Ligas Mayores con cuatro clubes, destacando sobre todo con los Expos de Montreal y Cubs de Chicago, desempeño que le valió para ocupar un nicho en el ‘Recinto de los Inmortales’ de Cooperstown en 2010, pero jamás se imaginó que su vida en el retiro incluyera ser dueño de un negocio familiar como lo es Paradise Memorial, que le da empleo a más de 20 personas.
“No puedes tener un entierro apropiado como lo harías en circunstancias normales, no puedes tener la despedida ideal, no puedes tener gente que venga aquí y haga arreglos. Sólo intentas acelerar el proceso lo más rápido posible. Ves la tristeza de la gente que ni siquiera puede verlos en el hospital cuando están enfermos. No puedo ni imaginar por lo que está pasando esta gente. Es simplemente horrible”.
Por lo pronto Dawson no se permite aflojar el ritmo de trabajo ante una realidad que abruma a un país con más de un millón de contagios confirmados.
“Es estresante por los tiempos y la incertidumbre”, dijo Dawson. “Pero esto es lo que decidimos. Por más difícil que pueda ser, sólo rezamos y esperamos estar preparados para ello”.
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