Disparan al motor de una lancha en persecución para detener a migrantes a bordo
Dos embarcaciones con 18 indocumentados a bordo fueron detenidas antes de que llegaran a la costa
Agentes de la Patrulla Fronteriza que durante la noche del miércoles 6 de mayo perseguían una lancha dispararon al motor de la embarcación para detenerla antes de que llegara a la costa de San Diego, California.
A bordo iban 8 migrantes mexicanos que intentaron ingresar a Estados Unidos por la vía marítima del océano Pacífico al zarpar de las costas de Baja California, México.
Esta lancha fue la segunda embarcación que los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvieron esa misma noche.
Minutos antes agentes de la unidad de Operaciones Aéreas y Marítimas (AMO) que vigilan las costas detectaron una panga con 10 migrantes a bordo que ingresaba a aguas territoriales de Estados Unidos.
Los tripulantes detuvieron la panga al ser interceptados por un bote de la Patrulla Fronteriza que recibió las coordenadas de parte los agentes en el aire al ubicarla a unas 8 milas náuticas al oeste de Point Loma, en la costa de San Diego.
A la fuga
La segunda embarcación era una lancha de recreo de casco abierto de 17 pies de eslora que aceleró la marcha cuando los agentes fronterizos ordenaron detenerse por lo que iniciaron una persecución.
“Finalmente los agentes persiguieron el bote y lo detuvieron de manera segura en el mar mediante el uso de entrenamiento táctico especial para disparar y desactivar el motor del bote”, indicó CBP en un comunicado.
La lancha quedó varada a unas 4 millas náuticas antes de llegar a la costa de Coronado.
Los 18 migrantes que esa noche fueron aprehendidos, todos mexicanos, fueron deportados de inmediato a su país.
“Estos contrabandistas no tienen en cuenta la seguridad de sus pasajeros u otras personas en el agua. Operan rutinariamente embarcaciones sobrecargadas sin luces de navegación requeridas y operan dentro de zonas peligrosas de oleaje impredecible”, declaró Chris Hunter, subdirector de la AMO en San Diego.
De acuerdo con Hunter, es más seguro tanto para los agentes como para los migrantes detener el bote en el mar antes de que llegue a la playa, ya que el desembarque puede resultar peligroso para todos.