La Ciudad de Nueva York anuncia acciones para enfrentar la otra gigantesca crisis: la recolección de basura y limpieza de calles
En vecindarios como Jackson Heights y Corona, puesto en el mapa como uno de los más sucios, se revisará cómo resolver las grandes concentraciones de desechos
La ciudad de Nueva York con su millón de edificios residenciales y comerciales, 4,500 rascacielos, más de 25,000 restaurantes y una intensa vida comercial, también es la urbe que más basura produce en todo el mundo. Ahora en esta era de recuperación postpandémica y una nueva Administración Municipal, se plantea eliminar a mediano plazo, lo más que se pueda, ese lado inocultable de montañas de basura en cada esquina, que además “abren la puerta” a la indeseable plaga de las ratas.
Para esta tarea titánica, la nueva comisionada del Departamento de Saneamiento de la Ciudad de Nueva York (DSNY), Jessica Tisch anuncia que vienen grandes innovaciones para “construir un sistema de reciclaje, recolección y limpieza, que se una a la visión de una ciudad más segura y digna para sus residentes y visitantes”.
La pandemia del COVID-19 no solo puso combustible a la violencia criminal y a la crisis humanitaria de los desamparados, sino que hizo más notable por muchas semanas la acumulación de desechos sólidos en las calles ante problemas operativos causados por las “bajas” en la fuerza laboral de este departamento.
Por ahora, la agencia que procesa cada día un promedio de 12,000 toneladas diarias de desperdicios residenciales y comerciales, recomendó a los residentes dejar sus desechos en las aceras tal como lo estipulan sus horarios regulares.
!Atención dueños de vehículos!
Pero desde el 5 de julio, en esta nueva dinámica, los primeros que percibirán cambios en su rutina serán los propietarios de vehículos que se estacionan en las calles.
Miles de conductores acostumbrados a “guardar” sus carros en las calles, nuevamente deberán moverlos dos veces por semana, para dar paso a las maquinarias de barrido en las áreas cercanas a las aceras. Este anuncio pone fin a una reducción de casi dos años en la limpieza que, según los funcionarios de la ciudad, ha dejado cuadras inundadas de desechos.
Las normas de estacionamiento alternativo se restablecerán en sus respectivos horarios, luego que se habían reducido a una sola vez por semana.
“Esta vuelta a las políticas de limpieza sé que incomodará a muchos. Pero debemos ser realistas, necesitamos que las maquinarias retomen su frecuencia y mantengan nuestras calles limpias”, reiteró Tisch en su primer encuentro con los medios étnicos de la ciudad de Nueva York.
En este sentido, DSNY sumó 10 Máquinas de Operaciones de Micromovilidad (MOM), que anteriormente se usaban para limpiar la nieve de los carriles para bicicletas y se pueden equipar con escobas para el barrido regular.
Caso complicado: Avenida Rooselvet
Desde que asumió el cargo, hace dos semanas, la nueva comisionada que tomó como asignación mantener a la Gran Manzana más limpia, asegura que ha estado “de cabeza” en las diferentes estaciones de transferencia para optimizar cada ciclo de recolección en una ciudad en donde se procesan 14 millones de toneladas de basura cada año.
En ese mapa complicado de rutas de camiones, reciclaje y recolección, incluso antes de la pandemia, ya residentes de comunidades como Jackson Heights y Corona, en Queens, especialmente las que bordean la Avenida Roosevelt, a la par de las columnas del tren 7, han denunciado que las acumulaciones de desechos y las alimañas siguen siendo “insoportables”.
“Por muchas razones, es triste reconocer que quizás esta es la Avenida más sucia de todo Nueva York”, comenta la colombiana Ana María Trujillo, con 25 años viviendo en esa localidad neoyorquina.
En este epicentro residencial y de emprendimientos comerciales formales e informales de miles de familias hispanas, casi siempre el dedo acusador, se dirige hacia los vendedores ambulantes.
En este sentido, una pareja de vendedores de frutas y hortalizas poblanos, en la calle 80 de la ‘Rooselvelt’, que prefirieron mantener su nombre en reserva, dijeron a El Diario que ellos son los primeros interesados en que se pongan reglas más duras ante la acumulación de basura.
“Todo lo negativo que pasa aquí lamentablemente se atribuye a nosotros los ambulantes. Nosotros nos llevamos todas las noches la basura y las cajas en un camión. Y todo lo guardamos en los sitios reglamentarios. La gente de las casas cercanas pone la basura en los cestos de la esquina, lo cual está prohibido y los comerciantes no necesariamente cumplen con sus horarios”, expresan los comerciantes.
“La culpa es de todos”
Durante años, en estas localidades de esta convulsionada Avenida, especialmente entre las calles 74 y 108, existe una disputa: los comerciantes formales acusan a los ambulantes de ensuciar la fachada de sus negocios, a la vez los residentes acusan que en general el comercio es generador de muchos desperdicios que atraen a unos “visitantes” que nadie quiere: las ratas.
En el centro de esta discusión, una residente de la calle 95 con la Avenida Roosevelt, la ecuatoriana Carolina Pazmiño, con quince años en ese lugar, asegura que la “culpa es de todos”.
“He visto muchos residentes de casas y apartamentos que sacan sus desperdicios y tapan los cestos de basura en las esquinas. También he visto a vendedores que dejan todo limpio antes de irse y dueños de negocios que no les importa nada. Las ratas no están solo en el Subway. Vienen a nuestras casas también”, describió la inmigrante.
Ante un debate de muchos años, la nueva comisionada de saneamiento asegura que pondrá la mirada fija en estas localidades de alto flujo y concentración de basura.
“Tendremos que hacer una tarea conjunta de educación e inspección para hacer cumplir más rigurosamente las reglas. En este caso específico de Jackson Heights, debemos abordarlo con la Agencia de Protección del Consumidor y Trabajador que provee y supervisa los permisos a los vendedores ambulantes. Es un asunto que debemos abordar de manera integral”, subrayó Tisch.
Vienen los días de calor…. y más olores
Al igual que en otros vecindarios de la ciudad de Nueva York, la multiplicación y proliferación de ratas, durante los meses más duros de la crisis de salud pública, fue uno de los tantos daños colaterales causados por los cuellos de botella del saneamiento en la ciudad.
Con base a cifras compartidas por el The New York Times, entre enero y noviembre de 2021 se habían informado más de 21,000 avistamientos de estos roedores al 311, en comparación con 15,000 en el mismo período de 2019.
“La tasa de inspecciones de salud iniciales para descubrir signos de ratas activas, casi se duplicó en el último año fiscal”, destacó este rotativo.
Ahora con los días de calor por venir, en donde por definición los olores de la basura apestan mucho más, los roedores se sienten más cómodos en el exterior y la ciudad trata de volver a todo motor a sus actividades comerciales, empresariales y turísticas, la nueva Administración Municipal se propone despejar al máximo de la vista de los transeúntes, las inmensas bolsas de desperdicios. Una tarea nada sencilla.
La idea de los nuevos contenedores
La debutante comisionada de Saneamiento de la Gran Manzana, dijo a medios locales y comunitarios que seguirán de cerca la experiencia de ciudades europeas como Barcelona, en donde existen modelos exitosos de recogida de basura a través de sistema de contenedores.
“Otras ciudades del mundo lo han logrado. No es un problema sin solución. Por ejemplo, en Barcelona, allí colocan la basura en contenedores y todos sus residentes se benefician de eso”, destacó.
El pasado mes de abril muy cerca de la vistosa Times Square, la Ciudad instaló en la calle 41 y Séptima Avenida y la calle 43 y Octava Avenida, los primeros dos contenedores de recolección de bolsas en las aceras, como parte de un programa piloto que se expandirá en todos los rincones de la Gran Manzana.
El objetivo es poner las bolsas de basura, en un lugar de almacenamiento centralizado, para evitar que estén tiradas en las calles y mantenerla lejos de las ratas que intentan abrirse camino en busca de comida, pero todavía no está claro cómo, cuándo y dónde se multiplicará esta iniciativa.
¿Quién es la nueva comisionada de saneamiento de NYC?
- Jessica Tisch ha servido a la Ciudad de Nueva York en los últimos 15 años desde diferentes posiciones en el gobierno de la Ciudad.
- Como comisionada adjunta de Tecnología de la Información en el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), Tisch dirigió el departamento hacia el siglo XXI, modernizando los sistemas para fortalecer la seguridad pública y mejorar las comunicaciones.
- Se desempeñó como comisionada del Departamento de Tecnología de la Información y Telecomunicaciones (DoITT), donde lanzó la modernización de la infraestructura de tecnología de la información de la ciudad y gestionó los esfuerzos críticos de respuesta y recuperación de COVID-19.
- Fue miembro central del equipo que manejó la respuesta a la pandemia de COVID-19 de NYC, creando y administrando programas críticos para los neoyorquinos, incluido todo el sistema de vacunación que programó más de 4 millones de citas a través de la plataforma Vax4NYC.
Basura, cestas y contenedores en NYC:
- 23,000 cestos de basura hay distribuidos en toda la ciudad de Nueva York, los cuales no deben ser utilizados para desechos residenciales ni comerciales.
- 12,000 toneladas de basura y material reciclados son procesados diariamente en la Gran Manzana.
- 9,500 trabajadores de DSNY recorren la ciudad diariamente levantando desechos sólidos durante 24 horas cada día.
- $1.3 millones en el año fiscal 2023 invertirá la Ciudad para el plan de los nuevos contenedores de basura en los cinco condados.