Pagan muy caro el no tener un ‘buen crédito’
Millones consiguen préstamos fuera de los bancos y con altas tasas de interés
Primera de una serie de dos
Cuando Jesús Castillo estaba a punto de ser desalojado del apartamento en San Bernardino donde vive con su esposa, no le quedó más remedio que echar mano de lo que único que tenía: el título de propiedad de su camioneta, su medio de transporte y principal herramienta de trabajo.
Castillo hace todo tipo de reparaciones en las viviendas, es un “handyman” que hasta hace un par de años atrás tenía sus tarjetas de crédito, una casa y un negocio pequeño pero voyante en la época en que la industria de la construcción hizo su agosto.
Ahora que el negocio va mal se vio obligado a vender su casa en “short sale”, tiene un puntaje de crédito de apenas 540 y no cuentas bancarias vive prácticamente al día.
“Hay poco trabajo y a veces nada. Esta es la primera vez que pido prestado, los ‘biles’ no esperan”, dice Castillo, quien entregó el título de su camioneta Chevy, 2002, valuada en 8 mil dólares, para conseguir un préstamo de 2,500 dólares, a un plazo de dos años y un pago mensual de 250 dólares.
Castillo forma parte de los “des-bancados” o “des-acreditados”, es decir los que no tienen acceso a los bancos o que por una u otra razón no tienen un buen crédito, o sea uno de cada cuatro adultos californianos.
La reciente encuesta nacional de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC), agencia dedicada a promover la estabilidad y la confianza pública en el sistema bancario nacional, reveló que más de una cuarta parte de los adultos en California no tienen una cuenta de banco, y que 51 millones de quiens sí usan el sistema bancario tradicional han recurrido también a los servicios financieros alternativos (AFS) préstamos para el día de pago (payday), sobre el título del carro o los llamados “installment loans” por lo menos una vez en los ultimos 12 meses.
“La mayoría de ellos son personas que tenían crédito aceptable tres o cuatro años atrás y algo pasó en sus vidas que lo perdieron. El trabajo se puso despacio, tuvieron alguna emergencia médica o un divorcio”, señala Oscar Rodríguez, director ejecutivo de LoanMart y presidente de Equal Access Auto Lenders of California, una asociación estatal que aboga por opciones de acceso al crédito para consumidores y la educación financiera.
Cada mes LoanMart, una compañía de servicios financieros alternativos, con sede en Encino, otorga miles de préstamos sobre el título de vehículos a clientes considerados “de alto riesgo” en el sistema bancario tradicional. Su tasa de interés promedio, dice, es del 90%.
Lo que muchos califican como préstamos usureros, Rodríguez lo explica como una plítica de mercado y lo compara con las pólizas de seguro: entre más riesgo más caro.
“Los bancos no están atiendo a este mercado porque reprenta mucho riesgo para ellos, pero no por eso la demanda desaparece”, sostiene.
La mayoría de sus clientes son contratistas independents en el ramo de la construcción o dueños de pequeños negocios.
“No tener crédito cuesta, pero es más dramático que eso: si no tienes crédito estás en una isla (financiera) y te puedes quedar ahí por años si alguien no te ayuda a reconstruir tu crédito”, indica Rodríquez, cuya empresa reporta la conducta de pago de sus clientes a las compañías de evaluación de crédito del consumidor. “Un año de buen pago puede elevar tu record hasta 80 o 90 puntos”, dice,
De acuerdo con las estadísticas de FICO Inc., la firma de evaluación de crédito, 43 millones de estadounidenses tenían un puntaje de 599 o menos en 2010, en una escala de 300 a 800 puntos. Los consumidores con un puntaje entre 580 a 619 caen en la categoría de alto riesgo.
Mantener un buen puntaje de crédito no ha sido fácil para muchos en los últimos cuatro años. Con altas tasas de desempleo y cifras récord de embargos hipotecarios, solo en California unos 7.5 millones de adultos tienen un crédito por debajo de los 600 puntos. El puntaje promedio actual en California es de 682 puntos.
“Tras la recesión que comenzó en 2008, muchos desempleados, que hasta entonces se habían mantenido con un buen historial de crédito, comenzaron a tener problemas para pagar su cuentas”, señala Justin Holms, asesor financiero en el área de Los Angeles. “Muchos perdieron el empleo, la casa, se declararon en bancarrota por circunstancias ajenas a su voluntad y ahora no pueden conseguir ni una tarjeta de crédito”.
Bretton Woods Inc., firma especializada en asesoría a instituciones financieras, incluyendo bancos, uniones de credito y proveedores de servicios financieros alternativos, explica que “no se trata solo de consumidores de bajos o moderados ingresos”, sino también personas con cuentas bancarias saludables que tienen problemas financieros.
Segun Holmes, para los bancos, este grupo de clientes que requiere préstamos pequeños por debajo de 5 mil dólares no representan un negocio por el alto costo de su administración y el mínimo margen de utilidad que representan.