Los inmigrantes en Florida reiteran su rechazo a la ley SB1718 para poder trabajar y vivir en paz
La SB 1718 amenaza a casi 400,000 indocumentados que trabajan en seis importantes sectores en Florida, lo que supone casi el 10% de la fuerza laboral del estado
Una marcha contra las leyes de inmigración de Florida Crédito: CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH | EFE
Este fin de semana, miles de personas se manifestaron en Florida contra la ley migratoria SB1718, que entró en vigor este 1 de julio, y para defender la contribución de los inmigrantes a la cultura y la economía de este estado sureño de Estados Unidos.
La polémica norma de Florida SB 1718, que, entre otras cosas, penaliza a las empresas que contraten indocumentados, hospitales y personas que colaboren con migrantes, ha hecho que, temerosos de una posible deportación, miles de indocumentados se hayan mudado ya a otros estados en medio de un éxodo interno de Estados Unidos.
La llamada obliga a la empresa de Florida de más de 25 empleados a usar un programa para verificar el estatus migratorio de cada uno de sus empleados extranjeros. Además de eso, puede tener una pena de multas y de retirada de los permisos para operar, entre otras medidas draconianas y “antiestadounidenses”.
Ahora este fin de semana más de medio millar de personas, de todas las edades y en su mayoría mexicanos y centroamericanos, se congregaron frente a la Alcaldía con banderas y carteles alusivos a una ley estatal que es considerada la más dura contra la inmigración irregular de todo Estados Unidos.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, los manifestantes marcharon después de escuchar a diversos dirigentes comunitarios y religiosos y presenciar la actuación de grupos folclóricos, los participantes comenzaron una marcha por la ciudad de Miami. “Sin los sin papeles como los trabajadores del campo y todos los otros que hacen los trabajos duros, la Florida se cae”, dijo a EFE Antonia Catalán, una activista mexicana de la organización Soy Poderosa.
La activista, también criticó las restricciones al aborto legal y otras leyes promovidas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Catalán afirmó que existe pánico entre los inmigrates que han decidido quedarse en Florida, al contrario que otros muchos que han puesto rumbo al Norte para trabajar en estados como Georgia y Carolina del Norte y Carolina del Sur en medio de un éxodo de Florida.
La SB 1718 amenaza a casi 400,000 indocumentados que trabajan en seis importantes sectores en Florida, lo que supone casi el 10% de la fuerza laboral del estado.
Las nuevas medidas migratorias de Florida afectarán directamente al trabajo para personas indocumentadas, la escolaridad de sus hijos y su acceso al sistema de salud pública. Esta postura han puesto a DeSantis en el ojo del huracán, ya que han cuestionado su postura por considerarse poco humanitarias y antimigratorias.
Con información de EFE
