Latino murió esperando traslado: pelea en cárcel de Nueva York
Un hispano de 36 años murió en una pelea en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, donde estuvo esperando casi un mes para ser transferido. Fue el 2do recluso en sufrir un deceso violento en esa cárcel federal en las últimas seis semanas
Centro de Detención Metropolitano (MDC), Brooklyn, NYC. Crédito: GOOGLE MAPS
Edwin Cordero, recluso de 36 años, murió en una pelea en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) de Brooklyn (NYC), donde estuvo esperando casi un mes para ser transferido fuera de esa cárcel federal plagada de problemas, denunció su abogado, Andrew Dalack.
Cordero murió el miércoles después de que estalló una pelea en la prisión de Sunset Park alrededor de las 2:50 p.m. Es el segundo recluso que sufre una muerte violenta allí en las últimas seis semanas. La víctima anterior fue Uriel Whyte (37), apuñalado en una pelea en esa cárcel el 7 de junio, destacó Daily News.
“Independientemente de las circunstancias [de sus cargos], tenía una larga vida por delante. Tenía una familia joven. (Era) un hombre joven. Esto nunca debería haber sucedido”, reiteró Dalack, del grupo sin fines de lucro Federal Defenders. “Y es devastador. Las vidas de sus hijos están arruinadas. Nunca lo conocerán realmente. La vida de su esposa está arruinada. Es simplemente completamente trágico”.
La Oficina Forense de la ciudad (OCME) aún estaba realizando una autopsia ayer para determinar la causa del deceso de Cordero.
“Para mí es algo inexplicable por qué no fue transferido, salvo decir que esto no es inusual”, continuó Dalack. “La realidad es que las personas permanecen retenidas en el MDC durante varias semanas después de ser sentenciadas y antes de ser trasladadas. Si se trata de aliviar el problema del hacinamiento, para mí lo más fácil es sacar a las personas condenadas… sacarlas lo antes posible”.
Dalack y otros abogados defensores han criticado durante mucho tiempo las condiciones del MDC, que padece una escasez crónica de personal, en los últimos años ha sufrido un apagón de ocho días en pleno invierno, cierres constantes, una larga lista de episodios de malos tratos médicos y una variedad de otros problemas que se han ganado la ira de múltiples jueces. “Es una de esas cosas en las que la historia nos juzgará por nuestro fracaso colectivo a la hora de poner fin a todo esto”, insistió Dalack.
Cordero había cumplido una sentencia de 18 meses por un caso federal de fraude electrónico en Nueva Jersey y comenzó su libertad supervisada en diciembre de 2022, pero un episodio violento en El Bronx en febrero llevó a su nuevo arresto.
En ese caso estaba caminando a casa desde una bodega cuando un niño le arrojó una bola de nieve y él respondió cortándole la cara a uno de los amigos del niño, un adolescente autista de 17 años, según los fiscales federales. Eso dio lugar a cargos en los tribunales estatales y en mayo el juez Ronnie Abrams del Tribunal Federal de Manhattan dictaminó que había violado los términos de su libertad supervisada. Lo condenó a dos años el 21 de junio y al momento de su muerte Cordero estaba esperando ser trasladado a otra instalación para cumplir esa sentencia.
Un portavoz de la Oficina de Prisiones se negó a comentar por qué tomó casi un mes transferirlo. Sólo dijo que “las designaciones [a otras prisiones] se manejan caso por caso y varían en el plazo”, basándose en una serie de factores.
