Hay menos jóvenes sin seguro médico
Se benefician de la póliza de sus padres hasta los 26 años de edad

Evelyn García está preocupada porque pronto cumplirá los 26 años de edad y se quedará sin seguro médico. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person>Ciro Cesar< / person>
Evelyn García tiene reacciones alérgicas a las manzanas, las nueces, duraznos y al pavo ahumado. A veces se llena de ronchas grandes que le cubren el cuerpo, en otras ocasiones sufre de vómitos o diarrea.
Recientemente tuvo un ataque alérgico tan grande que se desmayó dos veces y, gracias a la provisión de la reforma de salud que permite que los jóvenes adultos hasta los 26 años de edad permanecer en la póliza del seguro médico de sus padres, pudo recibir atención médica.
Como ella, más de 3.1 millones de jóvenes en Estados Unidos tienen ahora seguro médico gracias a la reforma de salud.
Datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos indican que 2.5 millones de adultos jóvenes entre 19 a 25 años de edad tienen cobertura gracias a esa provisión. Antes de que entrara en vigencia este mandato en septiembre del 2010, los jóvenes tenían que comprobar que estaban en la universidad o que perdieron sus empleos para poder calificar.
“He tenido mucha suerte de tener cobertura médica toda mi vida. Por casi 26 años, el seguro médico de mi mamá ha cubierto los problemas de salud que he tenido”, dijo Evelyn, quien al ser entrevistada estaba a pocos días de su cumplir los 26 años.
La última reacción alérgica la tuvo a mediados de enero pasado cuando ella y su novio fueron al Staples Center a ver un partido de los Lakers. Se comió una manzana cubierta de caramelo y aunque inicialmente se sintió bien, después le comenzó a doler el estómago y tuvo que pedir prestado el baño de un restaurante. Luego, ahí mismo, comenzó el vómito y, después un desmayo.
Se desvaneció en el piso del baño golpeándose la cabeza, quedando inconsciente, no recuerda por cuánto tiempo. Cuando al fin se pudo levantar, la diarrea y el vómito regresaron.
“El dolor en el abdomen era tan fuerte que pensé que iba a morirme, que mi bebé (tiene 10 semanas de embarazo) se iba a morir. Que estaba teniendo un aborto y que no había nadie cerca que me pudiera ayudar. Fue horrible”, recuerdó.
Después de dos episodios más de diarrea y vómito, Evelyn logró salir del baño, pero volvió a desmayarse.
Su novio llamó al 911 y fue ingresada al Hospital Good Samarithan, ubicado a un par de millas al oeste del centro de Los Ángeles. “Me llevaron al hospital más cercano, me hicieron varios exámenes, incluyendo un sonograma para revisar al bebé, y me tuvieron ahí toda la noche en observación”, dijo.
Esa noche Evelyn no tenía consigo la tarjeta del seguro de salud. Hace unos días llegó la factura del hospital con un cobro de 9,800 dólares.
“Si no tuviera seguro médico no sé qué haría. ¿Cómo pago casi 10,000 dólares por una noche en el hospital?”,se pregunta Evelyn, quien terminó sus estudios universitarios y actualmente tiene dos trabajos a medio tiempo como ayudante en una escuela y cajera en una tienda Big 5 para poder cubrir sus gastos básicos y no puede comprar su propio seguro.
De acuerdo con Children Now, una organización sin fines de lucro, desde septiembre del 2010, unos 250,000 adultos menores de 26 años han podido permanecer cubiertos bajo las pólizas de sus padres.
Evelyn normalmente paga sólo 25 dólares por una visita a su médico y alrededor de 100 dólares cuando son emergencias.
“Esta provisión es un beneficio importante para los jóvenes. Generalmente este grupo demográfico es sano y utilizan la cobertura para servicios de prevención o en ocasiones catastróficas como accidentes”, dijo Kelly Hardy, directora de política de salud de Children Now.
Evelyn calcula que le tomará un año más completar sus estudios para poder conseguir un buen trabajo que le ofrezca seguro médico.