Cerrar USAID deja daños similares a una pandemia y la muerte de hasta 14 millones
La Agencia proporcionaba más del 40% del financiamiento humanitario mundial

El financiamiento de USAID equivalía apenas al 0.3% del presupuesto federal total. Crédito: AP
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fondeó más del 40% del financiamiento humanitario mundial hasta que el presidente, Donald Trump consideró que era un gasto excesivo en su regreso a la Casa Blanca.
El programa ayudó a abastecer sus necesidades básicas a más de 14 millones de personas en situación de vulnerabilidad en todo el mundo, incluidos 4.6 millones de niños, por lo que su desaparición podría generar afectaciones humanitarias similares a los de una pandemia global o una guerra de fuertes dimensiones, de acuerdo con un estudio realizado por la revista Lancet.
“Para muchos países de ingresos bajos y medios, el impacto resultante sería comparable en escala a una pandemia global o a un conflicto armado importante”, plantea Davide Rasella, e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona y coautor de la investigación, que fue presentado en el contexto de la conferencia de ONU sobre ayuda internacional, que se realiza en Sevilla, España.
Sin embargo, una de las primeras disposiciones de la nueva administración Trump, por influencia del análisis de su entonces asesor, Elon Musk, fue “enviar la agencia a la trituradora”, apenas con dos semanas en el poder.
La intención de desaparecer a USAID data de varios años, cuando líderes del Partido Republicano criticaron su operación como un derroche de dinero en programas dedicados a “dignificar la diversidad sexual o en estudios ‘cuestionables’ sobre el impacto del cambio climático”.
Un golpe contundente a la ayuda humanitaria mundial
Los investigadores consultaron datos de 133 países y estimaron que gracias a los fondos aportados por la USAID ayudaron a prevenir 91 millones de muertes en países de ingresos bajos y medios entre 2001 y 2021, equivalentes al 5% de las muertes por todas las causas y 32% de las muertes infantiles prevenibles por año.
En cambio, la decisión de Trump de recortar 83% de este financiamiento podría afectar las tasas de mortalidad, generando hasta más de 14 millones de muertes que serían prevenibles para 2030, incluidos más de 4.5 millones de niños menores de cinco años, equivalentes a unas 700 mil muertes infantiles adicionales por año.
Estos recursos además, eran utilizados de manera eficiente para prevenir muertes evitables, ya que la investigación reporta una reducción de 65% de muertes por VIH/SIDA en países que recibieron un alto nivel de apoyo en comparación con los que recibieron un financiamiento menor.
También, las muertes a causa de enfermedades tropicales desatendidas se redujeron 51%: “incluyendo 53% en la reducción de mortalidad por malaria y disminuciones significativas en muertes causadas por tuberculosis, desnutrición, enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias, y causas maternas y perinatales”.
Pero otro de los efectos más graves de la desaparición de USAID generó una epidemia mundial de reducción de recursos en ayuda humanitaria, ya que tras el anuncio del gobierno estadounidense, países como Alemania, Reino Unido, Francia otros países de la Unión Europea, anunciaron reducciones similares en sus presupuestos de ayuda extranjera, que derivarán en “aún más muertes adicionales en los próximos años”, lamentó Caterina Monti, de ISGlobal, coautora del estudio.
Los recursos de la USAID en perspectiva
Durante su participación en la conferencia de Sevilla, los investigadores hicieron un llamado urgente a estos gobiernos para restablecer estos recursos, porque de hacerlo podrían revertir rápidamente la situación humanitaria.
“Ahora es el momento de expandirse, no de retroceder”, reiteró Rasella. Y agregó: “Si queremos cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), no podemos permitirnos desmantelar mecanismos de financiación como USAID, que han demostrado salvar millones de vidas. Es el momento de ampliar, no de recortar”.
De hecho, ante las críticas de Elon Musk sobre los costos excesivos que implicaba el funcionamiento de USAID, equivalía únicamente al 0.3% de todo el gasto federal de Estados Unidos:
“Los ciudadanos estadounidenses contribuyen con alrededor de 17 centavos por día a USAID, alrededor de 64 dólares por año”, detalló James Macinko de la Universidad de California, Los Ángeles, otro de los autores. “Creo que la mayoría de la gente apoyaría la financiación continua de USAID si supieran cuán efectiva puede ser una pequeña contribución para salvar millones de vidas”, aseguró.
Mientras que Musk, el hombre más rico del mundo, acusó a la agencia de ser una: “bola de gusanos y un nido de víboras marxistas”, como argumento para su desaparición.
USAID nació en los años 60 con la intención de financiar a organizaciones sociales que combatían a los gobiernos comunistas durante la Guerra Fría, así como aportar recursos a proyectos que fueran de interés del gobierno, por lo que durante años, su financiamiento estuvo vinculado con la ejecución de operaciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Sin embargo, con el paso de los años, USAID apoyó proyectos de pacificación, de resiliencia ciudadana, desarrollo democrático y otras iniciativas que sirvieron para que muchos países consolidaran sus democracias, así como reducir violaciones a derechos humanos.
El cierre de USAID afecta además a más de 10,000 empleados de la agencia que fueron cesados en todo el mundo y cientos de organizaciones no gubernamentales en 80 países, entre ellos varias organizaciones que trabajan en defensa del derecho a la libertad de expresión y en la protección de periodistas.
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