Obamacare logra capear la guillotina republicana
La Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) cuenta ahora con creciente apoyo
Pese a los esfuerzos de la oposición por hundir la reforma de salud de 2010, “Obamacare” ha dado cobertura médica a 16,4 millones de personas y suma apoyos entre el empresariado, lo que ayuda a cimentar una pieza clave del legado del presidente Barack Obama.
El “Acta de Cuidado de Salud Asequible” (ACA, en inglés), firmada el 23 de marzo de 2010 y mejor conocida como “Obamacare”, ha logrado la mayor reducción de personas sin seguro médico en cuatro décadas.
Según el Departamento de Salud y Recursos Humanos, la tasa de personas sin seguro bajó del 20,3% en octubre de 2013, cuando comenzó el proceso de inscripción, al 12,3% en el primer trimestre de este año.
La mayoría de las personas ha conseguido cobertura a través de los mercados de seguros administrados por el gobierno federal o los gobiernos estatales, la expansión del “Medicaid” y del programa “CHIP” para niños, o mediante sus empleadores.
Entre los latinos, 4,2 millones de adultos han logrado cobertura, marcando un descenso del 12,3% en la tasa de latinos sin seguro. Los indocumentados no tienen acceso a “Obamacare” pero sus hijos ciudadanos o residentes legales sí tienen derecho a cobertura, y subsidios si califican.
“Cuando se trata de las principales mediciones de acceso, calidad y precios asequibles, las pruebas demuestran que (Obamacare) está funcionando y que debido a ello, les va mejor a las familias, negocios y contribuyentes”, ha dicho la secretaria de Salud, Sylvia M. Burwell.
La reforma de salud –piedra angular de la agenda política de Obama- prometió ampliar los servicios preventivos, y mejorar el acceso, los precios y calidad de esos servicios, y las aseguradoras no pueden negar cobertura por problemas de salud pre-existentes.
“Desde 2012, 4,5 millones de californianos han logrado cobertura médica, y 1,5 millones se han inscrito en el programa Covered California, la mayoría de ellos con la ayuda de subsidios o créditos tributarios. Los latinos se han beneficiado enormemente”, dijo a este diario Nancy Gómez, una de las directoras del grupo sin fines de lucro Health Access.
“Todavía hay algunos resquicios que corregir para ciertos planes familiares, o la escasez de proveedores en algunas redes, pero en general ha beneficiado a millones”, enfatizó.
No obstante, “Obamacare” sigue en la mira de los republicanos del Congreso y afronta un destino incierto en el Tribunal Supremo, que debe pronunciarse en junio próximo sobre la validez de los subsidios en 34 estados.
Si el Tribunal Supremo anula los subsidios, se calcula que 9,6 millones de personas se quedarían sin seguro médico al no poder costearlos de su bolsillo.
Pero los estudios, informes y encuestas dan cuenta de la creciente popularidad de “Obamacare”, en contraste con la frustración que causaron los problemas técnicos durante su puesta en marcha en octubre de 2013 y que provocaron la renuncia de su antigua secretaria, Kathleen Sebelius.
Un estudio de la empresa Mercer, realizada entre cerca de 600 empleadores, indicó que la tasa promedio de inscripción en sus planes médicos se mantuvo en un 74% entre 2014 y 2015.
Por otra parte, un análisis del Instituto Urbano, un grupo no partidista, dijo que sólo el 2,2% de quienes compraron un plan médico por su cuenta, o un total de 400,000 personas, cancelaron sus pólizas, mientras que sólo el 0,3% de quienes lo obtuvieron de sus empresas, o medio millón de personas, lo perdieron.
Ambas cifras contrastan con los pronósticos agoreros de los críticos de “Obamacare”, que vaticinaban resultados catastróficos.
Aunque el costo de “Obamacare” totalizará $1,2 billones en la próxima década, ese costo supone unos $142,000 millones menos, o un 11% menos, que lo anticipado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Aun así, la oposición republicana, que votó unas 50 veces por anular “Obamacare”, está decidida a continuar intentándolo, por considerarla una costosa injerencia del gobierno que perjudica a los empleadores, elimina empleos, y merma las arcas del Estado.
Esta semana lo intentarán nuevamente a través del complejo proceso presupuestario del Congreso.
Los republicanos en ambas cámaras del Congreso han presentado sendos planes presupuestarios, que incluyen la eliminación de parte o toda “Obamacare”, que deberán ser armonizados y aprobados en un solo proyecto de ley.
En este caso, los demócratas no podrán recurrir a maniobras parlamentarias para bloquear el proceso de armonización.
Si anulan “Obamacare”, la Casa Blanca ha dicho que el presidente Barack Obama vetaría esa ley.
Para superar el veto presidencial, los republicanos necesitarían el apoyo de dos terceras partes en ambas cámaras del Congreso, y por ahora no lo tienen.