El penoso caso de ‘RG3’ y por qué necesita “reeducarse”

Un recuento de las lesiones del Quaterback de los Redskins

Momento de la lesión de Robert Griffin III el domingo.

Momento de la lesión de Robert Griffin III el domingo. Crédito: Getty Images

Cuando Robert Griffin III apareció en el firmamento de la NFL para la temporada 2012, su impacto fue enorme. Lanzando con su potente brazo y corriendo con su deslumbrante velocidad y elusividad, “RG3” se convirtió en una sensación de los Redskins de Washington.

Griffin completó como novato el 65% de sus pases, con 20 touchdowns y tan sólo 5 pases interceptados; además, corrió para 815 yardas y otras siete anotaciones, incluyendo algunas escapadas sensacionales.

Su vertiginosidad y habilidad atlética hicieron recordar una y otra vez a Michael Vick, cuando éste todavía era Mike Vick y no había visitado la prisión por organizar peleas de perros.

De la mano de Griffin, los Redskins dominaron en su división y terminaron avanzando a los playoffs tras varios años de ausencia.

Pero casi al final de esa campaña, en un partido contra los Ravens, se llevó un golpe en la rodilla derecha y tuvo que abandonar.

Semanas más tarde en los playoffs contra Seattle, el fenomenal “RG3” se envalentonó, se quiso echar al equipo en los hombros, a lo mejor dejándose llevar un poco por la publicidad y la cobertura mediática a su alrededor, y como lo había hecho antes, tomó riesgos innecesarios que le pusieron en riesgo. Su rodilla no estaba para eso y tronó.

La espeluznante lesión le costó a Washington ese juego y también parte del futuro inmediato del equipo. Griffin fue descuidado, pero igual lo fueron los Redskins que dirigía Mike Shanahan.

A la temporada siguiente, Griffin, de nuevo siguiendo impulsos de súper estrella, apresuró su retorno; volvió al campo sin que su rodilla estuviera al 100% y el peso de una temporada tan demandante le pasó factura.

Griffin jugó disminuido. Washington tuvo una temporada pésima y Shanahan decidió descansar las semanas finales a su quarterback entonces de 23 años de edad. El entrenador perdería su trabajo por la pésima forma de manejar la situación de su quarterback.

La campaña 2014 apenas ha iniciado y Griffin ha vuelto a quedar fuera por lesión.

Esta vez se trata de una dislocación del tobillo izquierdo, sufrida el domingo contra Jacksonville en una acción en la que, como sucedió antes, el ex quarterback de la Universidad de Baylor fue brusco y descuidado.

Su pie se quedó atorado en el césped cuando lanzaba un pase rolado, es decir, un pase en plena carrera.

Griffin podrá ser un atleta fenomenal, con un talento pocas veces visto, pero su propensión a lesiones es alarmante, y eso no cambiará mientras mantenga un estilo de juego tan arrojado y hasta alocado.

Si Griffin III realmente quiere establecerse en una liga donde el golpeo es tan brutal como la NFL, va a tener que ser más inteligente para jugar, va a tener que “reeducarse” para jugar al futbol americano, donde cuidarse de las lesiones es tan importante como conseguir pases de touchdown.

Total que la organización de los Redskins, de por sí urgida por tener buenas temporadas de manera consistente y atribulada por el tema de la controversia por el nombre del equipo (algunos sectores del público lo consideran humillante y peyorativo), han quedado muy condicionados y tal vez sentenciados en este 2014. El tiempo lo dirá.

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