Víctima de la enfermedad de los legionarios demandará a la ciudad
Él y otros pacientes acusaron de negligencias en el diagnóstico y tratamiento.
Nueva York- Marvin Montgomery, de 36 años, dice que pensó que se iba a morir. Hoy, sobrevive a una infeccción de la bacteria legionella en el Hospital de Harlem, pero no está contento. “Mi corazón latía rápidamente. Parecía que no había nada que hacer. Yo era fuerte como un buey, ahora soy un patito débil”, dijo Montgomery al Daily News.
Él será una de las cien víctimas de la llamada “enfermedad de los legionarios” que harán una notificación de reclamación, el primer paso para demandar a la ciudad. La medida será llevada a cabo el viernes por el abogado Adam Slater, quien explicó que el paciente quiere una compensación por sus lesiones. “Pero además quiere prevenir futuros brotes”, explicó el abogado.
Montgomery distribuía volantes afuera del Hospital Lincoln, uno de los cinco edificios donde se encontró el brote en el sur de El Bronx. De vez en cuando, el hombre entraba al edificio para tomar agua o lavarse su cara en el baño. Sin embargo, las autoridades han dicho que los contagios no han sucedido dentro del hospital, sino afuera, debido a que la bacteria reside en los sistemas de enfriamiento del aire acondicionado, los que no tienen contacto con el agua potable.
En la oficina del contralor Scott Stringer explicaron que revisarán muy detalladamente los papeles, una vez estos sean presentados.
Mientras tanto, la familia de un maestro que falleció por la enfermedad el 30 de abril está reclamando que se podría haber hecho más en su caso. James Rouse, de 52 años, trabajaba en una escuela del sur de El Bronx y solía caminar todos los días por el área donde se produjo el brote. “Ellos estaban alertados de esto”, protestó su hermano, el juez de la corte civil de Suffolk John Rouse. “¿No quieren mala prensa? ¿Ok? Vengan a ver el féretro de mi hermano”, explicó el magistrado.
El Departamento de Salud negó que existiera conexión entre esta muerte, sucedida hace tres meses, y los casos más actuales.
Los parientes de otra víctima también están acusando a la ciudad. Carmelo Quiles, de 68 años, fue parte de esta ola de casos. El 20 de julio se desmayó y falleció trece días después en el Centro Médico Montefiore. Su esposa dijo que la ciudad debería haber cubierto el funeral, los gastos médicos y otros costos. “Ellos deberían estar pagando el funeral, no nosotros. Fue su negligencia, no la nuestra”, dijo su hijastra, Carmen Ramírez, al Daily News.