México podría ser sede de la Copa América 2016
Conmebol no festejará sus cien años en los Estados Unidos, como estaba previsto
El escándalo del FIFAgate sembró el miedo y el Comité Ejecutivo de la Conmebol resolvió ayer mudar la sede de la Copa América Centenario.
El torneo, por realizarse en junio de 2016, no irá ni a Colombia ni a Ecuador, que eran sedes posibles, sino a México.
Permanecerá en América del Norte y habrá participación de los equipos de la Confederación de América del Norte, Central y Caribe (Concacaf). Lo único que resta para la confirmación oficial es la aprobación de Datisa, la empresa conformada por Traffic, de Brasil, y Torneos y Full Play, de Argentina, que tiene los derechos televisivos de la competencia.
Además, se resolvió que una comisión especial de la Conmebol irá a inspeccionar los estadios y la infraestructura mexicana para organizar el torneo.
Para avanzar en la organización del certamen, el jueves próximo está prevista una reunión en el Distrito Federal de la que participarán el presidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Ángel Napout, y el titular de la Concacaf, el hondureño Alfredo Hawit.
“Fue una reunión dividida. Muchos querían traer el torneo a Sudamérica“, fue la información que se filtró desde Asunción del Paraguay, donde se realizó la reunión del comité ejecutivo de la Conmebol con la presencia del argentino Luis Segura, flamante tesorero.
Por la noche llegó la certeza del país azteca. Comenzará ahora una rueda de negociaciones con Datisa para conseguir que la empresa dueña de los derechos acepte la nueva sede del torneo, que servirá para celebrar los 100 años de la Confederación Sudamericana.
Desde hace algunos días estaba claro que el campeonato no se disputaría en los Estados Unidos, como estaba previsto. No les convenía ni a los organizadores ni, sobre todo, a la Conmebol, que encara un proceso forzoso de apertura y transparencia luego del FIFAgate.
Además, para sus dirigentes, que casi no pisaron territorio chileno durante la última Copa América, viajar a Estados Unidos era más que riesgoso. Sobre todo, porque la investigación por el escándalo de coimas y corrupción en el fútbol sigue en los tribunales de Nueva York. Y aún no se sabe a cuántos dirigentes más puede salpicar.