¿Dónde quedó el caballerismo?
No sé a ustedes, pero a mí como mujer me enamora, me encanta que un hombre sea un caballero. Hablo de aquellos galanes de película que todavía te abren la puerta del coche, se aseguran que no camines sola y se detienen a ofrecerle ayuda a una dama que esté cargando una maleta muy pesada.
Es triste darse cuenta que poco a poco, en las casas se le está dejando de inculcar a los niños que sean atentos con las señoritas, con las mujeres en general. Esto no tiene nada que ver con ser machista o feminista, es cuestión de ser amable.
Esta mañana, me quedé preocupada al bajarme de un avión. Me tocó sentarme al final de la aeronave y. cuando iba casi saliendo, miré a la derecha y vi a una mujer muy mayor de edad todavía sentada. Le pregunté si estaba bien, y ella me dijo con una linda sonrisa que sí, que sólo estaba esperando que la gente saliera para pedirle ayuda a una aeromoza con la maleta que estaba muy pesada para bajarla del compartimiento superior de la cabina.
Mis oídos, mis ojos, no podían creer lo que estaban viendo y escuchando, especialmente porque se habían bajado varias personas que hasta estaban sentadas a su lado, y nadie ofreció ayudarla. Me refiero hasta a la pareja joven que se encontraba sentada en la misma hilera de la mujer. ¿A nadie se le ocurrió preguntarle si necesitaba ayuda para bajar su equipaje?
Amigos, estamos tan ocupados con nuestras vidas, con el teléfono, con una cosa y con la otra, que tal vez ni nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor; estamos enfocados en nuestro pequeño mundo. Les doy el beneficio de la duda a todas esas personas que pasaron por el lado de esa mujer y no se detuvieron a ayudarla, tal vez estaban lidiando con sus propios problemas. Sin embargo, los invito a que miren a su alrededor con más frecuencia. Quizá podrías encontrarte a una persona que busca tu ayuda o hasta un tesoro.
Darle la mano a una persona, abrir una puerta a alguien que viene, decir gracias, pedir permiso, etc., no debería ser algo extraordinario que hacemos, debería ser una regla de la sociedad; es simple civismo y cultura general. Al mismo tiempo, tener modales no debería ser sólo para caballeros y tildarlo como “caballerosidad”, debería ser algo universal.
Por más modernos que seamos, por más tecnología que esté disponible, por más rico o pobre que seas, ayudarle a alguien es gratis y la satisfacción no tiene precio.
Espero sus comentarios,
Carolina Sarassa
@CarolinaSarassa