El drama de las violaciones sexuales contra hombres
El "Descuartizador de Chihuahua", recién capturado, abusó de al menos dos de sus víctimas
Ni siquiera pudo presentarse en persona a levantar la denuncia ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos después de ser violado sexualmente por cuatro policías de Coahuila. Hugo Cortés, de 31 años, mandó a su esposa María Aura a la delegación en Saltillo y ahí ella dio los detalles.
Dijo que su marido se moría “de la pena”, que los agentes llegaron a su casa y sin orden de registro buscaron droga, que cuando le encontraron unas dosis para consumo personal se lo llevaron y que en un descampado lo violaron con la pistola de uno de los uniformados, en cuatro ocasiones.
Fue en junio 2014. El registro quedó en los archivos estatales como uno de los más precisos de los últimos dos años porque las violaciones en contra de hombres no se denuncian. Se sabe de algunas cuántas a través de funcionarios públicos que divulgan a la prensa dos o tres datos que se publican casi siempre que la víctima es asesinada.
En las últimas horas Andrés Ulises Castillo “El Descuartizador de Chihuahua”, de 35 años, saltó a las primeras planas al confesar ante el fiscal que violó al menos a dos hombres de los 12 que mató y descuartizó con una sierra eléctrica para después esparcir por ahí los restos que transportaba en una carretilla.
“Tiene un trauma, presuntamente derivado de una violación”, dijo el fiscal Jorge González Nicolás.
En México sólo existe una organización que da atención psicológica a este tipo de personas. Se llama Horus, opera con el lema “Hombres reconociendo y Sanando el Abuso Sexual“ y calcula que en México por cada 10 mujeres que son víctima de violación hay seis hombres.
La traducción de esta cifra -que no cuenta con contraparte oficial- implica que cada año hay alrededor de 72,000 varones violados sexualmente –principalmente en la infancia por parte de familiares- pero también adultos contra quienes se quiere ejercer o enviar un mensaje de poder.
¿Cuál es la causa?
La investigadora social Loyden Sosa afirma que “cuando el hombre no puede ejercer su dominio recurre al poder de la violencia de género” que tiene la connotación de humillación y sometimiento. De ahí la falta de denuncia cuando el blanco es varón, “por la pérdida de la masculinidad”, “por las burlas”.
En septiembre pasado, la policía ministerial de San Luis Potosí dio a conocer el caso de “Javier”, un joven de 24 años a quien un amigo violó tras emborracharlo en su casa. El muchacho presentó la denuncia, se sometió a la revisión de un médico legista y… a los pocos días comenzó a circular en YouTube, una parodia del caso.
En el video aparecen actores afuera de un hospital. Uno de ellos que hace el papel de reportero le pregunta con sorna: “¿qué le pasó a su c…?” mientras el entrevistado finge dificultades para caminar.
“Hay un mito acerca de que las víctimas hombres se vuelven homosexuales o pierden masculinidad y esto no ayuda a dimensionar el problema, el drama que vivimos las víctimas, baja autoestima, depresión”, dijo “Roberto”, en un testimonio anónimo para el programa familiar Diálogos en Confianza difundido por televisión.