El “albur” pasa de la calle a la escuela en México

Un albur tiene diferentes formas de entenderse. En Tepito, hay un Diplomado para entrenarse en albures.

MÉXICO.- Lourdes Ruíz llega vestida con un mandil, puntual a la primera de las cuatro sesiones que conforman el Diplomado de Albures Finos en la galería José María Velasco de la capital mexicana. Hace rato que un centenar de alumnos la esperan con ansias porque “no hay nadie mejor” que “La Verdolaga Enmascarada” para enseñar el arte del “albur”, o sea, la agilidad mental para ganar batallas sexuales sólo con el lenguaje.

“Aquí vamos a jugarnos el pellejo con la mano”, dice en cuanto empieza a hablar con su poderosa voz de tenor que truena entre jóvenes intelectuales, amas de casa, septugenarios exigentes, señoritas de escuelas privadas, burócratas y madres con sus hijos que toman el curso en sillas, colchonetas y hasta de pie porque la concurrencia rebasó las expectativas.

Abogados, maestros, amas de casa, jo?venes de todo tipo acuden al diplomado
Abogados, maestros, amas de casa, jo?venes de todo tipo acuden al diplomado. Foto: Gardenia Mendoza
Edgar Go?mez, un comunico?logo que acudio? con su madre al curso
Edgar Go?mez, un comunico?logo que acudio? con su madre al curso. Foto: Gardenia Mendoza

“Tepito (el barrio bravo donde se imparte el curso) los acoge con los brazos abiertos… ya ustedes sabrán que hacen con las piernas”.

Los estudiantes sueltan sonoras carcajadas. “Aquí te paso una pluma”, grita una voz de hombre siguiendo el juego: al diplomado “se viene” a agudizar la mente.

“El que no sabe alburear paga muy caro el impuesto a su ingenuidad”, interviene desde una esquina Alfonso Hernández, historiador del Centro de Estudios Tepiteños y profesor adjunto en el diplomado. ¿Y cuál es el precio? “El precio es el ridículo”.

Lo sufrió una señora que se quejó por los gritos estridentes de los amigos de su marido mientras veían un partido de fútbol. “Recétale un té de humo blanco”, aconsejaron los hombres al esposo. Ella escuchó y al día siguiente fue al mercado a preguntar por la “yerba de humo blanco”. Todos los vendedores se echaron a reir, ¿usted busca esperma? preguntó alguno. Al día siguiente, la mujer se inscribió al curso.

Uno de los princoipales objetivos del curso es la risa
Uno de los principales objetivos del curso es la risa. Foto: Gardenia Mendoza

“El albur no es para gente vulgar, corriente, grosera, no es cierto: es un un ajedrez mental para el que hay que estar preparado”, vuelve Lourdes a la carga para recomendar lecturas: Carlos Monsiváis, Ibarguengoitia, Sor Juana Inés de la Cruz (sí, también albureaba: “Tú no aflojes el tamal aunque te jalen las hojas”); música (Chava Flores); cine (Charles Chaplin).

Lourdes Ruíz nació en Tepito en 1971 y nunca se ha movido de ahí, de su puesto de ropa de niños desde donde se le escucha gritar “qué talla, qué talla”, sino para promover su cultura.

Así lo hizo cuando el gobierno de la Ciudad de México invitó a los habitantes a exponer el lado amable del peligroso barrio y ella fue a dar una muestra del “albur” y así convenció al Instituto Nacional de Bellas Artes y a la Secretaría de Educación Pública para que brindaran y avalaran un espacio para los diplomados gratis hace nueve años.

Por ahora está a gusto con este espacio, pero quiere ir más allá: “Si se enseñara el albur en las primarias México sería potencia en matemáticas, física, química (se escuchan risas), en serio, se requiere mucha retención mental”, dice.

Lourdes Rui?z, La Reina del Albur
Lourdes Rui?z, La Reina del Albur. Foto: Gardenia Mendoza
  • ¿Quieren más consejos?… coman almendras.
  • ¿De saco?- pregunta alguno para alburearla.
  • No de saco, sino de bolsita- interviene el historiador. Y que quepa una papaya grande y un cuchillo para picarla porque la papaya que no se usa se echa a perder.

Jajaja, jajajaja. Estalla la gente en la galería.

Para ese momento, Lourdes ya repartió un ejercicio en clase: el crucigrama “Hecho una sopa”. Los alumnos tienen que encontrar las palabras “paco”, “gerte” y “palo” “consumo”. Finalmente deben leer en voz alta el significado extraído de la Real Academia Española: absolutamente cada palabra puede tener doble sentido. Por ejemplo, Paco: Mineral de plata con ganga ferruginosa.

– ¿Ven? Ustedes no van a morir de cáncer: el cáncer da a quienes no se ríen- dice Lourdes antes de despedirse y pedir un ensayo alburero.

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